Un equipo de sanitarios accede a una de las residencias de la tercera edad que intervino el Govern. | M. À. Cañellas

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A pesar de que el coronavirus se cebó durante semanas con los usuarios y profesionales de las residencias de la tercera edad, uno de los sectores de población más vulnerables a la COVID-19, apenas 59 familias de Baleares han solicitado sacar a los ancianos de estos centros para volver a casa con sus familias.

Según datos del Govern, en todas las residencias de las Islas hay un total de 4.514 residentes. De las 59 peticiones que ha recibido el Ejecutivo, en 51 se ha pedido que se mantenga la plaza para cuando decidan volver a ingresar al familiar y las ocho restantes han abandonado el centro sin hacer esta solicitud, por lo que pierden la plaza.

Desde que estalló la crisis sanitaria, han muerto 82 ancianos que estaban en residencias y se han producido un total de 488 contagios entre usuarios y personal asistencial. El Servei de Salut ya ha finalizado el cribado de toda la red de residencias de las Illes, donde se han hecho 8.473 test tanto a residentes como a sus profesionales. El Govern ha recalcado que la mayor parte de los contagios se han focalizado en apenas siete de las 56 residencias de Baleares, cinco de ellas en Mallorca, una en Menorca y la otra en Eivissa.

La situación llegó a ser tan complicada que la Conselleria de Salut ordenó el 11 de abril la intervención de dos de estas residencias de Mallorca, Oasis y Domus VI Palma, para contener los contagios por Coronavirus y asegurar una atención sanitaria adecuada que evitara, entre otras cosas, la propagación del virus.

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Días atrás, el 30 de abril, se retiró el control de la residencia Oasis, pero se sigue trabajando en Domus VI Palma. Esta fue una de las razones por las que el Govern decidió poner el marcha el cribado de todas las residencias con el propósito de detectar nuevos focos y atajarlos con rapidez en la medida de lo posible. El cribado se ha hecho atendiendo en primer lugar a los residentes de aquellos centros donde se produjeron contagios.

Desde que estalló la pandemia, el Govern autorizó la posibilidad de que los familiares que los desearan sacaran a los ancianos de las residencias sin perder la plaza, como sí pasa en circunstancias normales. La Conselleria de Salut y la de Afers Socials anunciaron que, quien lo deseara, podría sacar al familiar del centro y llevarlo a casa con la posibilidad de volver a su plazas en todo momento.

En relación con este asunto, la Conselleria d’Afers Socials acaba de publicar una orden en la que establece la posibilidad de que estas personas que abandonaron el centro recuperen la plaza y, al mismo tiempo, prohíbe nuevos ingresos en los centros residenciales para ancianos, salvo en casos de urgente necesidad por «causas excepcionales de fuerza mayor sobrevenidas o inaplazables», según figura en la orden publicada en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB). El reingreso solo será posible en centros donde no haya COVID-19 y la persona que quiere volver debe demostrar que no padece a enfermedad. La prohibición de nuevos ingresos se extiende hasta el 31 de mayo pero podrá prorrogarse si fuera necesario.

El ingreso también será solo posible en los centros donde no haya ni un contagio y el nuevo residente debe acreditar con una prueba PCR que tampoco está contagiado.