Una voluntaria del Patronato Obrero San José distribuye alimentos. Franco llena la bolsa. Es electricista, tiene hijos pequeños y eso le permite llevarse, además, natillas y ‘potitos’. | Jaume Morey

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Hay gente a la que le puede llegar comida para toda la semana, una tarta de cumpleaños, un televisor de muchas pulgadas y hasta un plato de caracoles. Eso es lo que ocurre cuando falta un día para el que hace 48 del estado de alarma –que se cumple este viernes, que además es el Primero de Mayo– y compruebas cómo despierta la zona de Nou Llevant y alrededores. Por no faltar, no falta ni un «cumpleaños feliz» desde la radio.

Eso, la canción ‘Cumpleaños feliz’, es lo que escucha Carlos Briseño desde su casa. Cumple 75 años; vive en el mismo edificio donde IB3 Ràdio, la emisora autonómica, tiene sus estudios y –después de uno de los informativos– el periodista Rafel Gallego hace una seña con la mano y suena esa canción. Lo explica a sus oyentes: la familia de Carlos llamó hace unos días para decir que era su cumpleaños. Más tarde, bajará el homenajeado y recibirá una tarta en mano.

También es día de reparto la fundación Patronato Obrero San José, una entidad social que, desde 1907, se ocupa de las personas más vulnerables. Ahí no se reparten tartas de cumpleaños sino comida para la semana. Según Catalina Serra –que preside la organización después de un breve paso por la política que prefiere olvidar– se tiene que distribuir comida para 70 personas. Previamente se les ha indicado una hora para evitar aglomeraciones y colas. En estos momentos, esperan media docena en la calle.
Es argentino, se llama Franco (¿Franco de nombre? Sí, Franco de nombre, responde) y llega su turno. La voluntaria que le atiende llena su bolsa de alimentos básicos y le pregunta si tiene hijos pequeños. Él responde que sí y le añade natillas y ‘potitos’. Es electricista y participa en uno de los cursillos que ofrece el patronato.

«Quienes vienen aquí participaban en estos cursillos pero estos días también damos comida a otras personas», aclara Catalina Serra que, también, pone interés en detallar que allí se facilita ropa y que se lleva un proyecto financiado por la fundación social de La Caixa para acercar internet a las familias.

Adiós a la barra

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