El cementerio de Palma solo cuenta con dos nichos para la comunidad musulmana. | Redacción Local

TW
47

Ahora mismo hay siete cadáveres musulmanes esperando en cámaras de funerarias de Mallorca a ser repatriados para poder tener un entierro musulmán, cuyo coste puede superar los 3.000 euros. Fundació Euroafrica ha puesto en marcha un programa de donaciones para el entierro y la repatriación de emigrantes musulmanes fallecidos durante la crisis sanitaria y cuyo alto coste no puede ser sufragado por sus familias.

Abderrahim Ouadrassi, presidente de la fundación, dice que «la mayoría de los migrantes africanos son musulmanes y deben ser enterrados por el rito islámico pero en el cementerio de Mallorca no hay espacio y las fronteras están cerradas». Con esta iniciativa se sufraga de manera total o parcial los costes de entierro o de repatriación de aquellas familias que lo soliciten.

Gasto

Noticias relacionadas

De estos siete fallecidos, seis son de Marruecos y uno de Mali. «Dos de ellos fallecieron por coronavirus», señala Ouasdrassi. Antes de la situación de crisis sanitaria, eran enviados a su país a cargo de la comunidad musulmana o el consulado de Marruecos. Sin embargo, «ahora mismo nadie sabe cómo actuar». El cierre de fronteras ha provocado que los cadáveres tengan que viajar a terceros países para llegar a su destino, lo que encarece de manera importante la repatriación. Así, el gasto total puede llegar a los 3.000 euros. El entierro en Mallorca es inviable, ya que «el cementerio de Palma es el único de la Isla que está adaptado a la comunidad musulmana y solo cuenta con dos nichos».

El coste del traslado es inviable para muchos miembros de esta comunidad, que se ha visto muy afectada por el parón de la economía balear y ya de antes padecía una situación laboral muy precaria. «En el caso de las mujeres, ellas trabajaban como empleadas del hogar y los hombres, en la construcción o en la agricultura. Esta situación afecta a todos pero los inmigrantes se han visto aún más afectados», dice Ouadrassi.

Fundació Euroafrica, que trabaja en el intercambio social, cultural y económico entre Europa y África, advierte que muchas personas padecen situaciones administrativas no regularizadas, un bajo nivel de renta o repatriaciones complejas por las trabas que terceros países ponen actualmente a los muertos procedentes de España. Su situación es tan precaria que no pueden pagar un entierro musulmán, que requiere «el cadáver directamente en tierra, no en caja, en dirección a la Meca; y no se puede incinerar».

Pese a que algunos tienen seguro en caso de fallecimiento, «en situación de pandemia no cubren la repatriación». Hasta ahora, partidos políticos, empresas y particulares ya han aportado donaciones.