Una obra en Palma durante el estado de alarma. | Pere Bota

TW
17

La Policía Local de Palma ha puesto en marcha esta semana, en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, una campaña de control de obras, que en su primer día se ha saldado con el levantamiento de nueve actas y, además, con el control de cuatro obras por presunto incumplimiento de la normativa de seguridad urbanística. Se han controlado un total de 15 obras.

En este dispositivo conjunto, participa la Unidad de Vigilancia Medioambiental (UVMA) -Patrulla Verde de la Policía Local de manera coordinada con la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras (BPEF) del Cuerpo Nacional de Policía.

En la primera jornada, que se ha desarrollado en turno de mañana y tarde, los controles se han producido en varios hoteles, obras particulares, una excavación en un solar vacío, así como en una obra en un polígono y en una urbanización.

Con esta actuación conjunta, se quiere dar respuesta a los posibles incumplimientos del estado de alarma decretado consecuencia de la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19.

Noticias relacionadas

Asimismo, también se quiere controlar las molestias ocasionadas que se puedan derivar por la generación de ruidos. La Policía Nacional también vigila que no se produzcan incumplimientos de la Ley de Extranjería.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Joana Adrover, explicó que la iniciativa de su departamento responde a que se quiere que las obras se realicen con «las máximas garantías» de respeto a las medidas de seguridad para seguir diezmando los efectos del coronavirus.

Adrover ha hecho hincapié en que «es muy importante» velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad tanto para proteger a los trabajadores, como para «procurar y asegurar una buena convivencia» con los vecinos que haya cerca de la obra.

La concejala ha explicado que ahora que los ciudadanos pasan «mucho tiempo» en casa el «tema de ruidos se convierte en un asunto sensible». "

En este sentido, ha añadido que se debe velar por que los que «desarrollan una actividad económica puedan cumplir con sus obligaciones con todas las garantías» y para que los vecinos cercanos «sufran las mínimas molestias y no se vean expuestos a la posibilidad de contagios».