Entrada de la zona de Urgencias de Son Espases. | M. À. Cañellas

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Si el mes de marzo de 2019 Son Espases atendía una media de diaria de 418 urgencias, en el mismo mes de 2020, los casos se han reducido a 275 al día. La atención urgente más allá del coronavirus SARS-CovV-2 baja un 44 % en el hospital de referencia.

El descenso es «preocupante», según el jefe de este servicio, el doctor Bernardino Comas, quien teme que la principal causa sea el miedo de los pacientes al contagio de COVID-19. «Si alguien tiene una patología aguda que requiere hospital que vaya porque le garantizamos la seguridad», advierte. «La gente tiene que estar tranquila, aquí hay circuitos diferenciados para pacientes COVID y para el resto».

Pero lo cierto es que hay menos casos de ictus y se atienden menos patologías coronarias o digestivas... Y algunos enfermos que finalmente acuden a Urgencias «vienen más agravados», asegura el doctor Comas. «Generalizar es delicado pero hemos visto patologías neurológicas o coronarias que han estado tiempo en casa esperando para no venir», explica.

Y es que la última semana apunta que ha habido un repunte de pacientes que no son COVID. «Tenían patologías crónicas que se han reagudizado y han visto que no tenían más remedio que acudir porque su patología se ha descompensado».

El doctor Comas destaca el comportamiento «responsable y ejemplar de la población» porque se ha asumido la situación sanitaria pero teme un «exceso de celo», por lo que insiste en que la seguridad en los circuitos de urgencias está garantizada.

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El servicio 061, por su parte, ha detectado menos urgencias consideradas «no urgentes». Si bien los servicios vitales son similares a épocas anteriores, las ambulancias básicas que habitualmente atienden a una media de 1.400 urgencias al día en Balears, ahora acuden a 500 servicios.

Por otra parte, ante la progresiva remisión de la pandemia en la comunidad ya hay varios hospitales que se han planteado ir recuperando actividad asistencial no urgente o que han cerrado unidades que ya no acogen a pacientes con coronavirus.

Es el caso de Son Llàtzer que, como avanzó este viernes Ultima Hora, cerró una de las zonas que acogía a enfermos con COVID y dejó varias camas de UCI limpias de este tipo de pacientes. Además, en el Hospital de Manacor las habitaciones destinadas a ingresos por coronavirus han pasado de 51 a 34 y en el Hospital de Inca la zona M ya no es COVID.

Son Espases sigue igual pero ya trabaja en un borrador para la fase de desescalada. Precisamente, Urgencias mantendrá el circuito específico para COVID a largo plazo «para que siempre que haya un paciente lo podamos identificar y aislar», explica el doctor Comas, y además tendrán una sala de espera específica «que a medida que pase el tiempo se irá reduciendo», asegura a la espera de que los casos, que «seguirán», sean cada vez menos.

Lo cierto es que este viernes la presión sobre el sistema sanitario, que era una de las principales preocupaciones del confinamiento, había disminuido.

Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para pacientes críticos de los hospitales de las Islas estaban al 50 % de ocupación; las zonas destinadas a ingresos estaban ocupadas al 52 %; y el hotel medicalizado Melià Palma Bay tenía un 12 % de las plazas disponibles con pacientes ingresados. «Hay control de la presión asistencial pero la guardia no se bajará ni la semana que viene, ni en unas semanas, ni en los próximos meses», aseguró la consellera de Salut, Patricia Gómez.