Sanitarias de la Residencia y el Hospital de Porto Cristo participando en un aplauso mutuo con Policías Nacionales de Manacor. | CATI CLADERA

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El Ib-Salut negociará con los sindicatos ampliar el periodo habitual de vacaciones antes y después del verano con el objetivo de disponer de más personal para retomar la actividad ordinaria en temporada estival una vez se reduzca la presión por el coronavirus.

Ante la denuncia del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) de que hay sanitarios a los que se están imponiendo vacaciones en periodo de confinamiento sin posibilidad de negociación, un portavoz del Servicio de Salud ha indicado a Efe que en la Mesa Sectorial reunida este jueves se ha planteado el inicio de una negociación para pactar la redistribución de las vacaciones.

El Ib-Salut ha admitido que las gerencias de las distintas áreas están habilitadas para fijar las vacaciones del personal de manera unilateral por necesidades del servicio, pero ha insistido en que su propósito es abrir el diálogo con los representantes de los trabajadores para llegar a un acuerdo.

El secretario de Acción Sindical de SAE, Alejandro Juan, ha denunciado el «atropello» sufrido por trabajadores de la UCI del hospital de Son Llàtzer a quienes se han impuesto vacaciones en el próximo mes de mayo.

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En un comunicado, el sindicato asegura que la administración sanitaria «ha decidido unilateralmente obligar a todos sus profesionales sanitarios a coger vacaciones durante el estado de alarma, reduciendo así las plantillas en los hospitales y vulnerando el derecho de los trabajadores a decidir cuándo quieren disfrutar de sus días de descanso».

«Esta decisión es indigna para los trabajadores e insultante para los usuarios y la población. La única preocupación ahora debería ser continuar trabajando para frenar la expansión del virus» y no imponer a los sanitarios vacaciones que van a tener que pasar confinados, ha señalado Juan.

El Ib-Salut señala que no hay intención de imponer las fechas de las vacaciones a todos los trabajadores, pero sí de disponer de más personal para retomar la actividad ordinaria de consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas una vez se vaya superando la presión por la crisis del coronavirus.

Recuerda que la mayor parte de la actividad que no está ligada a la gestión de la pandemia ha quedado suspendida y subraya que el propósito es retomarla paulatinamente de cara al periodo estival, que es cuando los sanitarios suelen tomar sus vacaciones.
Dada la situación excepcional, insiste el Ib-Salut, se ampliará el periodo de disfrute de vacaciones, centrado normalmente en junio, julio, agosto y septiembre.

Además, el Servicio de Salud prevé que este año será más difícil contar con personal de sustitución procedente de otras comunidades autónomas, por lo que quiere tener disponible al máximo número posible de sanitarios propios.