Es tradicional que los devotos toquen y besen la imagen del Sant Crist de la Sang. | Jaume Morey

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Estamos muy decepcionados y lo vivimos con resignación porque éste no es el Miércoles Santo que deseábamos. Precisamente a esta hora tendríamos que hacer el Davallament y sin embargo todo ha quedado anulado», se lamentaba este miércoles Antonio Expósito, prohombre de La Sang.

Efectivamente, la iglesia de La Sang –oficialmente, el santuario de l’Anunciació de Maria– tendría que haber estado ayer a rebosar de devotos emocionados ante una de las escenas más sentidas de la Semana Santa mallorquina, el Davallament del Sant Crist de la Sang, pero el templo estuvo cerrado, la imagen siguió colgada en su capilla, a oscuras, y nadie acudió a ver nada. ¿Para qué, si Mallorca y medio mundo están confinados en sus hogares?

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Expósito explica que cuando empezaron a preparar la Semana Santa, hace un par de meses –entonces ya se comenzaba a advertir del peligro de contagio del coronavirus–, consideraron que debían tomarse precauciones y que se prohibiría a los devotos tocarla y besarla. Finalmente, no ha sido necesario, se lamenta.

«Lo sentimos mucho por la gente y por el pueblo de Mallorca, porque es cierto que los prohombres somos los que nos encargamos del Davallament, pero es el pueblo de Mallorca el que está detrás de esta imagen. Se la siente suya, y lo es», defiende el prohombre.

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«En el corazón»

Lluc Riera es el prior de santuario. «Vivimos esta Semana Santa disgustados, pero más por el sufrimiento de los contagiados y de sus familiares que por no poder celebrar la Semana Santa, porque lo haremos interiormente. Este año, cada uno tiene que hacer el Davallament del Sant Crist en su corazón», señala. «Esta Semana Santa tenemos que rogar para salir lo antes posible de esta situación y regresar a la normalidad», añade.

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Riera explica que ha recibido numerosas llamadas de devotos lamentándose por la suspensión de los actos de Semana Santa. «Sin embargo, también he de decir que estoy impresionado por la confianza y el ánimo que tiene la gente para salir de esta situación», destaca.

El Davallament del Sant Crist de la Sang tiene lugar dos veces al año: el Miércoles Santo, como se ha señalado, y el primer domingo de julio –este año será día 5–, con motivo de la fiesta del Sant Crist de la Sang. A diferencia de Semana Santa, el Davallament de julio es «más sencillo» y la talla no se tumba sino que permanece de pie, frente al altar mayor del templo. «Esperemos que la pandemia ya esté superada y podamos celebrar la fiesta», desea el prior.