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Los remedios caseros pueden ser un arma peligrosa. Cada vez hay más bulos «que nos generan miedo, desconfianza e incertidumbre en un momento tan crítico como este».

El doctor Antelm Pujol, que acumula más de 30.000 seguidores en Instagram, lleva meses desmintiendo teorías que circulan por la red y aportando información veraz y contrastada sobre el coronavirus. A continuación están las diez mentiras más frecuentes que prometen una solución o curación del virus.

1. Orina de niños para no contagiarse de COVID-19. Es un mito. Antiguamente se decía que las propiedades de la orina ayudaban a prevenir ciertas enfermedades. Pero la realidad es que no previene nada. Lo que está demostrado es que el agua con jabón y el alcohol (mínimo 62 grados) incide en la membrana proteica del virus y lo hace más vulnerable para destruirlo.

2. Vitamina C para prevenir el coronavirus. Mentira. Las pastillas de vitamina C ni te previenen del COVID-19 ni de un resfriado. Sí hay evidencia de que ayuda a reducir, hasta un 8 %, los síntomas del resfriado y a que la duración sea algo menor.

3. Ajo, un buen antídoto. Es verdad que el ajo tiene propiedades antibacterianas y puede tener un ligero efecto en nuestro organismo, pero solo en este campo. También se ha utilizado parar tratar la otitis, pero solo son teorías. Lo que sí está demostrado es que el ajo no tiene propiedades antivirales y mucho menos ayuda a curar el coronavirus.

4. El calor o hacer vahos ayuda a la erradicación. Una de las mentiras que aparece en la red es que hacer vahos elimina el coronavirus. Incluso que el verano lo erradicará. Falso. Una temperatura mayor a 60 grados sí quema el virus, pero es que antes nos quemaremos nosotros. La situación provoca miedo, y el miedo nos lleva a hacer cosas así de peligrosas que nunca haríamos. Ya ha habido casos de gente que ha hecho vahos y ha tenido que acudir al médico.

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5. Remedios caseros como agua o vinagre. Es otro de los bulos que circulan. El agua con sal y el vinagre no va a prevenir nada. Ni tiene propiedades antivirales ni antimicrobiano.

6. Ya se ha desarrollado una vacuna. Falso. Estamos delante de un virus que desconocemos, y va a pasar tiempo hasta que llegue una vacuna. Todos los esfuerzos de los profesionales están puestos en encontrar una solución. Y están asegurando que el beneficio que dé sea mayor que el riesgo. Por eso, aunque ahora el principal objetivo es encontrar una cura, cada fase lleva su tiempo.

7. El dióxido de cloro cura. Se dice que curaba incluso el Sida, el Autismo o el Alzheimer. Falso. El dióxido de cloro es una sustancia oxidante que se usa para desinfectar prendas y como uso industrial. No se puede comprar como complemento alimenticio. Es un producto tóxico y puede provocar serios problemas.

8. El contagio por aire. Solo en determinados contextos, como por ejemplo cuando se utilizan aerosoles en los centros hospitalarios, el virus puede durar en el aire hasta tres horas. Únicamente en ese contexto. El virus puede dispersarse si alguien escupe, estornuda o tose a menos de un metro y medio.

9. Llevar guantes para que el virus no atraviese la piel. El COVID-19 no atraviesa la piel, sino que penetra en las mucosas (ojos, nariz o boca). Está bien llevar guantes, pero hay que saber usarlos. Hay gente que va protegida cuando va al supermercado pero luego, con esos mismo guantes, toca el móvil.

10. La pandemia es una creación humana. Un artículo publicado en la revista Nature constata que no ha sido creado en ningún laboratorio, ya que la estructura genética del COVID-19 se asemeja más a los coronavirus presentes en murciélagos o pangolines. Estamos ante un nuevo reto biológico.