Javier de Juan, presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials.

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«Hay cosas que no se habían hecho nunca y ahora se están haciendo; hemos tomado decisiones rápidas, como habilitar una planta entera en la Bonanova o acondicionar albergues en el hipódromo y Sant Ferran», asegura el presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials, Javier de Juan poco antes de que la presidenta del Consell anuncie que el próximo pleno del Consell ampliará en 4,47 millones de euros el presupuesto del organismo para afrontar los gastos derivados del coronavirus.

«Desde el primer momento, y como responsable de la gestión de servicios sociales en Mallorca, el IMAS ha podido cumplir con su objetivo», dice para resaltar que «todo eso lo hemos hechos gracias al personal que trabaja aquí y que lo está dando todo». Y añade: «Quiero darle las gracias».

«No hay que olvidar que tenemos a nuestro cargo a tres de los cuatro colectivos más directamente afectados por esta crisis: las residencias de mayores, las personas con discapacidad y las personas sin hogar; las que viven en la calle», enfatiza y destaca la «buena coordinación que tenemos con el Govern».

Además señala que «esta es una crisis sanitaria y la Conselleria de Salut [del Govern  ] es la que manda». Afirma que esa relación con Salut, «desde el primer momento y en cumplimiento de los protocolos», ha permitido que la situación de las residencias de mayores en Mallorca sea diferente a la de otros lugares. Los casos posivos se derivan a hospitales.

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Un cambio de modelo

Una de las apuestas del IMAS «en las que ya estábamos antes de todo esto» era el cambio del modelo de atención a personas mayores y vulnerables». Es decir, dejar de lado, en los posible, el modelo de residencias e ir hacia la atención domiciliaria».

«Tenemos la certeza de que este modelo residencial es insostenible y en varios municipios hemos ido probando una experiencia piloto». El Consell quiere potenciar el Servicio de Asitencia Domicilaria (SAD).

Habrá que ampliar el personal pero –dice– «será como llevar las residencias a casa».

«Los servicios sociales son la primera línea», comenta De Juan entre reunión y reunión.