Imagen de la planta incineradora de residuos de Son Reus.

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La llegada de residuos no reciclables (la fracción conocida como rechazo) a la planta incineradora de Son Reus ha bajado un 16,98% desde que entró en vigor el estado de alarma en comparación el mismo período del año pasado, según hizo público este sábado el Consell de Mallorca.

La fracción FORM (materia orgánica) también ha disminuido, en ese caso un 8,67%. En cambio, la recogida de residuos de envases ha aumentado un 11,6%, aunque a un ritmo menor que al de los primeros meses del año.

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La disminución es todavía más significativa si se analizan los últimos cinco días de marzo, coincidiendo con el endurecimiento del confinamiento y el cese de cualquier actividad económica que no catalogada como esencial. En este caso, la generación de rechazo bajó un 28,11%, la de FORM un 23,96% y la de envases un 10,72%, según los datos de la institución insular.

La vicepresidenta del Consell y responsable de Sostenibilitat i Medi Ambient, Aurora Ribot, destacó que el rechazo es la fracción que con mayor intensidad ha disminuido y que ello indica que en Mallorca «se separan los residuos». «La gente está concienciada con la necesidad de preservar el medio ambiente incluso en estas circunstancias tan excepcionales», resaltó. Ribot se muestra partidaria de «aprovechar este punto de inflexión para incorporar nuevas conductas que reduzcan al máximo la generación de residuos».

El Consell de Mallorca recuerda que los residuos sanitarios también son incinerados «para destruir todos los patógenos», siguiendo con las recomendaciones del Ministerio. «Es la manera de garantizar la destrucción total del virus gracias a las elevadas temperaturas que alcanza la incineradora», destaca la institución insular.