Javier Arranz y Patricia Gómez. | Pere Bota

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El portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, ha considerado este domingo que los casos de COVID-19 en el archipiélago han crecido en las últimas horas a un «ritmo menor», lo que es una «buena noticia».

El número de fallecidos por ahora en Baleares asciende a 33 personas y en la UCI hospitalarias permanecen 89 personas.

El Ministerio de Salud ha contabilizado hasta este domingo 958 casos de personas infectadas por coronavirus en Baleares, 96 más que ayer, lo que supone un incremento del 11 %.

La progresión diaria de los casos en los últimos días ha ido ralentizándose con aumentos del 19,5 %, 17,5 %, 17,4 % , 14,3 %, un 14,1 % de este sábado y un 11 % este domingo.

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Mientras tanto, el número de personal sanitario contagiado hasta este domingo es de 134, si bien Baleares se sitúa entre las comunidades con menor número, ha destacado Arranz en rueda de prensa. En total hay 393 profesionales de salud siendo vigilados ante posibles síntomas.

El portavoz ha mostrado su confianza que en esta próxima semana se llegue al máximo de casos de coronavirus en Baleares y que el número de contagiados comience a diminuir, «si todo va bien».

Arranz ha subrayado que el aumento de casos crece a un ritmo más lento, lo que permite ser «optimistas». Se trata de un fenómeno estadístico que se ha producido en los países afectados por la COVID-19.

Incluso puede ser que, tras dos semanas de confinamiento de los ciudadanos, «se acelere» la bajada de casos en las islas hasta llegar a una zona de «meseta y después comience a bajar», ha comentado en una rueda de prensa telemática.

Por ahora, la Conselleria de Salud no prevé abrir ningún hotel o polideportivo en Baleares con fines sanitarios. Por el momento hay «espacio» suficiente para tratar a todos los pacientes, ha señalado.