El Teléfono de la Esperanza atendió el año pasado en Baleares a 1.153 personas. | Teresa Ayuga

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El confinamiento decretado por el estado de alarma para frenar al coronavirus está provocando un aumento de las llamadas al Teléfono de la Esperanza en Baleares, ligadas al miedo al contagio, la soledad, angustia y estrés, entre otras temáticas.
Así lo ha confirmado el portavoz del Teléfono de la Esperanza en Baleares, Lino Salas, en declaraciones a Europa Press. «El trabajo del Teléfono de la Esperanza en este momento es muy oportuno», ha indicado Salas.

Con todo, actualmente las llamadas al Teléfono de la Esperanza en Baleares (971 46 11 12) se están derivando a centros de la Comunidad Valenciana debido a que los 30 voluntarios orientadores de la entidad deben permanecer recluidos en sus casas. La centralita de la que disponen en Baleares no permite desviar las llamadas a los números personales de los voluntarios de forma automática.

«Hace más de un año que pedimos cambiarla», ha lamentado Salas, que igualmente ha insistido en que cualquier persona que llame al Teléfono en Baleares será atendida. La organización mantiene 29 líneas de Teléfonos provinciales las 24 horas del día. En este momento, se prestan alrededor de 1.700 horas de escucha a la semana en toda España.

COMPARTE VIDA, UN NUEVO PROYECTO

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Precisamente, para dar respuesta a las necesidades durante el estado de alarma, el Teléfono de la Esperanza lanzará, a escala nacional, un nuevo servicio de asesoramiento e intervención, prestado por profesionales. Con esta iniciativa pretende abordar situaciones de sufrimiento psíquico relacionadas con la situación de confinamiento.

El nuevo servicio se articulará a través de la web Compartevida.org -que será publicada próximamente-, donde los usuarios podrán dar sus datos para que un profesional voluntario se ponga en contacto con ellos. En Baleares, participarán siete personas: dos psiquiatras y cinco psicólogos.

Con la infraestructura actual, el Teléfono de la Esperanza estima que podrá ofrecer 450 horas semanales de intervención en España. Además, reforzará su presencia en redes sociales con una campaña específica conmemorando el Día de la Escucha. «Las circunstancias de crisis sanitaria nos han obligado a anular los actos previstos, pero no nos hemos quedado quietos», han indicado.

El Teléfono de la Esperanza atendió el año pasado en Baleares a 1.153 personas, de las que 282 presentaban factores asociados al riesgo suicida y 40 llamaron por ideas o crisis suicida, algunos incluso, en el momento en el que estaban a punto de cometer suicidio.
El perfil más frecuente del llamante es el de un adulto de entre 36 y 65 años en situación de soledad: solteros, viudos, separados o divorciados representan el 75% de las llamadas.

El año pasado, por primera vez, llamaron prácticamente el mismo número de hombres que de mujeres. El 10,3% refería problemas de aislamiento e incomunicación y un 9,09%, especialmente jóvenes, atravesaba «una crisis en el proyecto vital, su escala de valores y el sentido de su vida», según la organización.