La locura de los días previos al estado de alarma se ha calmado y los clientes se concentran por la mañana. | Teresa Ayuga

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Los establecimientos de alimentación de las Baleares siguen registrando más ventas de lo habitual, pese a que el suministro está garantizado. Desde mediados de la semana pasada y después de la entrada en vigor del estado de alarma por el brote de coronavirus, el incremento medio diario de ventas se sitúa entre el 20 % y el 30 % respecto de un día cualquiera en esta época del año, según fuentes de las grandes superficies.

Se trata de un aumento por debajo del registrado los días previos a la declaración del estado de alarma, cuando se desató una locura entre la población. La semana del 9 de marzo se llegaron a duplicar las ventas en las grandes superficies, cuando se vivieron grandes aglomeraciones de público en los interiores de algunos establecimientos. Esta dinámica cambió con la entrada en vigor del confinamiento y las restricciones dictadas por el Gobierno. Ahora, se controlan los accesos a los supermercados y los propios establecimientos vigilan las entradas de clientes.

Pese a la moderación, aún se forman colas en las entradas de las superficies de alimentación, motivadas en parte por las restricciones a la hora de entrar, especialmente en las primeras horas de la mañana. Por este motivo, cadenas como El Corte Inglés o Mercadona han establecido una serie de normas para dar prioridad a personas mayores y sanitarios, entre otros colectivos que consideran preferentes, a la hora de acceder a sus establecimientos a realizar la compra.

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Asimismo, pequeños comercios y grandes superficies han adaptado sus horarios a la actual coyuntura y la mayoría cierra antes de lo habitual. Y es que por las tardes es cuando se registra menor afluencia de clientes. Además, en todos los establecimientos se han adoptado medidas de higiene, tanto para usuarios como para trabajadores.

Aunque se mantiene el servicio de compra online en la mayoría de establecimientos, con algunas excepciones y prioridades, este servicio está desbordado en algunos casos. En ocasiones, las páginas web se colapsan ante la avalancha de pedidos. Asimismo, algunos pequeños establecimientos que antes no ofrecían reparto a domicilio, ahora han incorporado este servicio para sus clientes y para impulsar así el producto local.

Por su parte, el presidente de Baleària, Adolfo Utor, explicó que desde los días previos al estado de alarma, la naviera había registrado picos de actividad similares a los que se contabilizan en agosto, cuando se incrementa la demanda en Balears por la llegada de turistas.