Imagen de uno de los dispositivos de desinfección. | Nuestro granito de arena

TW
3

La empresa mallorquina Ejusan, fundadora del sello 'Nuestro granito de arena' quiere donar a los hospitales dos máquinas de ozono para desinfectarlos, una actuación fundamental para hacer frente al coronavirus. Además, ofrece el asesoramiento de sus profesionales, que están dispuestos a ir a los hospitales a formar al personal para utilizar el dispositivo .

Emilio José San Rafael Ibañez, director general y fundador de 'Nuestro granito de arena', explica que «el Ozono o3 es el mayor bactericida y virucida que existe, siendo este el desinfectante más potente con el que nuestro planeta cuenta».

Por ello, quiere donar «dos dispositivos Ecofrog profesional a los hospitales referencia de nuestra Isla, uno a Son Espases y otro Son Llatzer, para dotar al personal de limpieza y sanitarios de un medio eficiente, sostenible e inagotable para llevar a cabo la desinfección en todas las áreas».

Noticias relacionadas

El coste de cada uno de estos dispositivos es de 3.020 euros más IVA y aunque esta pequeña empresa también ha paralizado su actividad por el estado de emergencia quieren «aportar nuestro granito de arena allá donde vemos que se puede ayudar».

En este sentido, el director general de la empresa considera que «son tiempos donde todos tenemos la obligación moral de aportar de algún modo lo que esté a nuestro alcance. Y estamos seguros que de este modo aquellos que por desgracia necesiten hacer uso de las instalaciones públicas de salud de muestras Islas, podrán hacerlo estando un poco más tranquilos y seguros».

«'Nuestro Granito de Arena' es un sello que tiene por objetivo concienciar a todo el mundo de la importancia y necesidad que existe en ayudar a nuestro planeta», explica su fundador. Su objetivo principal es eliminar la entrada de plásticos de un solo uso, la reducción del uso de químicos y la mayor parte de detergentes. «Nos encargamos de facilitar a todo el mundo las alternativas necesarias para una mejoría de nuestro planeta», concluye.