Un grupo de limpiadoras desinfectaba ayer cada tren que llegaba a la Estacion Intermodal. | P. Pellicer

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Los usuarios del tren y de las líneas de autobuses que conectan la Part Forana con Palma cumplieron este lunes con las restricciones impuestas por el Gobierno por el coronavirus y durante toda la jornada la afluencia de pasajeros fue mínima.

Por su parte, Ferrocarril de Sóller decidió anular sus trayectos del tren después de pedir autorización a Transports. El director general de Mobilitat i Transport Terrestre otorgó el permiso para disminuir la actividad o cesarla, cosa que hizo finalmente el tren. Por su parte, anoche se convocó una reunión para decidir qué hacer con el tranvía de Sóller al Port de Sóller. El lunes funcionó con normalidad pero se esperaba tener las cifras de usuarios para decidir si se reducía el servicio durante las próximas semanas.

El tren de Inca contó con un mayor refuerzo de servicio porque los trenes exprés realizan ahora todas las paradas desde Inca a Marratxí, por lo que los pasajeros pudieron espaciar mejor sus trayectos. Precisamente son estas rutas exprés las que más aglomeración sufren por las mañanas pero ayer fue todo lo contrario, con espacio para mantener la distancia de seguridad.

Guillem Ramis, portavoz de la Associació d’Usuaris del Tren, quiso «dar la enhorabuena por el servicio prestado a SFM y a los ciudadanos que han hecho caso a las restricciones. Al llegar el tren a Palma, un grupo de operarios se dedica a entrar a los vagones y realizar una desinfección para que se pueda volver a utilizar el medio de transporte con puntualidad». Ramis considera oportuno recordar que «tal y como hemos reivindicado tanto nosotros como algunos alcaldes, este hecho demuestra que el servicio exprés podría realizar paradas en todos los puntos del trayecto sin que ello supusiera un retraso».
Algunos pasajeros esperando y el personal imprescindible (seguridad y limpieza) fueron ayer la tónica general en estaciones más bulliciosas como las de Manacor o Inca. Alfredo Moral, operario de fábrica que trabaja en Palma, esperaba en el andén la llegada del tren aliviado porque «había visto las imágenes del metro en Madrid y Barcelona y pensaba que aquí podría pasar lo mismo». Ataviado con unos guantes y sin mascarilla tuvo que ir trabajar a Palma porque desde su empresa no le habían aclarado aún qué debía hacer.

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Algunas personas mayores se acercaron a las estaciones para comprobar si había cambios en los horarios del tren. Las estaciones no contaban con personal permanente, aunque existen comunicadores donde pedir la información. De todas maneras, la solidaridad hizo que algunos pasajeros explicaran a los mayores que los horarios se mantienen y las rutas exprés se paran en todas las estaciones y andenes.

En la Intermodal y en las demás estaciones que ofrecen este servicio se ha suspendido la expedición de nuevas tarjetas y solamente se atenderán incidencias de tarjetas ya en uso. Además, se ha anulado el servicio de bicicleta pública Mou-te Bé, que queda suspendido hasta nuevo aviso.

Autobuses
Las líneas de bus desde la Part Forana a Palma también se mantuvieron bajo mínimos en cuanto a pasajeros. A las 7.30 horas del lunes, el autobús de Manacor a Palma llevaba a siete personas, cuando normalmente va medio lleno. De esta manera se pudo mantener la distancia de seguridad entre pasajeros, que no dudaban en frotarse las manos de alcohol.

A primera hora de la mañana la intermodal recibía los autocares en una calma poco habitual, mientras que los vehículos que salían desde Palma hacia los pueblos de la Part Forana lo hacían con los asientos prácticamente vacíos. Como ejemplo, el trayecto entre Palma y Sóller de las 9 horas se hizo con solamente dos pasajeros.