El psicólogo Javier Torres, decano del Colegio de Psicología de Balears. | Jaume Morey

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Combatir la información falsa es una de las principales tareas ante una crisis sanitaria. Javier Torres tiene claro que la salud es lo primero, pero también pide calma como uno de los principales antídotos para superar la epidemia psicológica que también trae el coronavirus. El psicólogo Javier Torres lleva más de 12 años como portavoz de los psicólogos de Balears. Ante la epidemia por el coronavirus pide seguir las instrucciones oficiales de prevención porque la salud debe prevalecer sobre lo demás

-¿Hay una psicosis por la COVID-19?

-Sí, la verdad es que viendo el día a día hay cierta psicosis. El problema es que cuando el miedo se contagia genera una situación de pánico y no es tanto lo que ocurre sino lo que vemos a nuestro alrededor. Si todo el mundo vacía las farmacias, nosotros vamos. Si vacían los supermercados, también vamos. Y es un problema porque se han agotado las mascarillas pero ¿vemos a la gente por la calle con ellas? ¿Dónde están? Aunque esto es importante, no hay que dejar que genere miedo, ansiedad o crisis porque puede tener consecuencias psicológicas.

-¿La sobreinformación genera desinformación?

-Hay una sobreexposición a los medios y sobre todo a las redes sociales. Entra mucha información de por todos los lados y no nos paramos a contrastarla, la damos toda por válida y eso es nocivo, tiene un efecto piramidal: recibo un whatsapp y lo mando a mis contactos, que a su vez lo reenvían. Puede ser un bulo, hay gente que se dedica a generar noticas falsas, por eso hay que informarse por las vías institucionales.

-¿Lo está haciendo bien el Gobierno?

-No basta con decir «hemos tomado medidas como cerrar colegios o residencias», también hay que trasladar medidas de prevención, si no nos podemos encontrar que vamos a salto de mata. Tomamos medidas porque vemos que en otros países lo hacen. ¿Qué pasará dentro de 15 días? Hay que dar información.

-Por un lado se pide calma y por otro suspenden clases, ¿no se da un mensaje contradictorio?

-Es que se toman decisiones drásticas y los políticos quizás no saben cómo reaccionará la sociedad ante medidas de este calibre, pero hay que valorar la situación y si hay que tomarlas, se toman. Inglaterra lo hace con un nivel inferior de personas contagiadas. Las decisiones se pueden entender o no, porque a cada uno le supone un perjuicio, pero hay que ser solidario, no se puede jugar con la salud.

-Muchos se preguntan si un virus puede dejar caer una temporada turística o el PIB español, ¿nos ocultan algo?

-Es una pregunta que flota en el ambiente. ¿Se han retrasado las medidas por miedo o no se sabe manejar esta situación? Es algo difícil de saber, pero ante la salud de toda la ciudadanía no puede prevalecer la temporada turística.

-Los sanitarios de Madrid aseguran que trabajan en un escenario de histeria colectiva, ¿estamos abocados a eso?

-No necesariamente, supongo que depende de cada comunidad y de su efecto expansivo, no se puede comparar. Allí recomiendan que no se haga un uso absurdo del ámbito sanitario. Hay que estar pendientes de las recomendaciones del Ministerio para no colapsar, el engranaje sanitario debe seguir funcionando porque hay que seguir dando respuesta a otras enfermedades.

-Mucha gente compara el exceso de interés mediático por el coronovirus con los casos que a diario, por ejemplo, mueren de hambre y no salen en las noticias.

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-Nos preocupa cuando vemos la cercanía. El coronavirus causa fallecidos en España, donde también hay miles de infectados. Si no hubiera habido esta expansión no nos habríamos preocupado tanto.

-Dice que la situación de Madrid no es comparable a la de aquí, pero en Mallorca también vaciamos los supermercados.

-Por el efecto contagio y el «por si acaso». En vez de llevarme diez latas me llevo veinte porque tarde o temprano lo utilizaré. Y eso se expande porque no solo lo hago, también se lo explico a mi entorno.

-¿Cómo se le habla del coronavirus a los niños?

-A los menores no hay que tenerles al margen, hay que hacerles partícipes con la información adecuada para evitar que entren en una situación de pánico o ansiedad, deben conocer lo que ocurre y hay que darles respuestas adaptadas a su desarrollo y a su lenguaje.

-¿Y lo de los quince días sin ir al colegio?

-Quizás nos sorprendamos de lo contentos que puedan estar, pero tienen que saber que si se cierra el colegio no es para tener 15 días de vacaciones.

-¿El miedo al COVID-19 es irracional?

-El miedo viene determinado por lo desconocido. Sabemos que si cogemos la gripe los tiempos están marcados, pero con el coronavirus no estamos tan seguros. ¿Si me toca a mí me puedo morir? Es que hay gente que muere.

-¿Recomendaciones para pasar la cuarentena?

-Hay que buscar estrategias para llevar estos días lo mejor posible. ¡Hagamos cosas que antes no hacíamos porque no tenemos tiempo! Pintar la casa, jardinería... El humor es fundamental para encararlo. Los memes que nos envían han sido una terapia para compensar la sobreinformación y ha permitido distender la situación.

-¿Los efectos psicológicos pueden durar más que la epidemia?

-Sí, en función de cómo se desarrolle la crisis y de las vivencias que has tenido. Por ejemplo, si eres familiar de un fallecido o has dejado de tener ingresos, que es otra forma de verse afectado.

-¿Le ve algo positivo a todo esto?

-Siempre se dice que las catástrofes fortalecen a la gente, yo creo que algo positivo habrá que sacar ¿qué será? No lo sabemos aún.