Compras compulsivas en Mallorca a pesar de las recomendaciones y la llamada a la calma. La Isla ha amanecido este sábado con largas colas en los supermercados y establecimientos de comida.

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Compras compulsivas en Mallorca a pesar de las recomendaciones y la llamada a la calma. La Isla ha amanecido este sábado con largas colas en los supermercados y establecimientos de comida. En las entradas de estos establecimientos se ha concentrado un gran número de gente para por temor a que haya problemas de abastecimiento a causa de la crisis del coronavirus.

A primera hora de la mañana establecimientos como Ca na Paulina registraban una importante afluencia de personas. Esta imagen se repetía en supermercados de Palma.

En cambio otros lugares como el mercado de Pere Garau registraban cierta normalidad, salvo algunas mascarillas y menos puestos en el exterior.

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La gente sigue haciendo caso omiso a las recomendaciones de no saturar los establecimientos de alimentos a pesar de que se ha informado que el archipiélago no se encuentra en un «escenario de desabastecimiento» de productos.

La demanda en los supermercados de las Islas se ha duplicado. Así lo indicaron fuentes del sector, que han incrementado sus pedidos entre un 25 y 35 % respecto de lo habitual.

Las aglomeraciones en los supermercados que se repiten desde mediados de semana se intensificaron aún más después de las medidas de contención anunciadas por las administraciones, especialmente el cierre de colegios. A primera hora de este viernes ya había largas colas en las superficies de alimentación y en poco más de una hora ya había estanterías vacías.

Los establecimientos se han visto obligados a reforzar el servicio de reponedores para ofrecer todos los productos en la mayor brevedad posible. Sin embargo, el esfuerzo no es suficiente porque los clientes «arrasan», literalmente, como reconocen testigos que realizan su compra habitual y se encuentran con escenas «jamás vistas con anterioridad».