Nuevo aspecto de la Plaça Major, donde aún se retiraba algún cerramiento | Redacción Local

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Los restauradores de Palma no se van a quedar de brazos cruzados ante el fin de la moratoria para la retirada de los cerramientos en las terrazas y estudian acciones como realizar un cierre de locales de algunos días y retomar el referéndum ciudadano que hace unos meses anunciaron.

El presidente de Restauración Mallorca, Alfonso Robledo, declaró que se reunirán con el sector comercial para ir de la mano en nuevas movilizaciones. Según explicó, el referéndum se celebraría antes del verano y plantearía a los ciudadanos si están de acuerdo con la política de terrazas de Cort o con las peatonalizaciones sin un plan detrás.

Mientras, la otra cara de la moneda era este jueves la satisfacción del concejal de Participació Ciutadana i Govern Interior, Alberto Jarabo, y el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns, Joan Forteza, que comparecieron respaldados por representantes de hasta siete asociaciones vecinales para hacer balance de la finalización de la moratoria.

Los cerramientos pueden ser sustituidos por sombrillas y mamparas de hasta 1,70 metros de alto, que han de retirarse al final del día, así como el resto del mobiliario, recordó el director general de Govern Interior, Marcos Cañabate.

Jarabo aseguró que «ha habido buena colaboración por parte de los restauradores». Es el primer día, dijo, «desde hoy tenemos una manera diferente de disfrutar de la ciudad y de las terrazas, de una forma más amplia y más abierta, porque las apreciamos y queremos que se conserven pero deben respetar la accesibilidad y la visibilidad». Resaltó que «supone cumplir el objetivo de devolver Palma a la ciudadanía, poniendo fin al aprovechamiento privado del espacio público».

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Forteza, por su parte, aseguró que «se abre una nueva puerta a la convivencia entre restauradores y vecinos». Palma «ofrece una nueva imagen, podemos ver las fachadas de nuestros edificios, podemos mirar el cielo, esto es de agradecer y hacía falta en nuestra ciudad». Reiteró que están dispuestos a denunciar a aquellos locales que no retiren los cerramientos, prohibidos por la ordenanza municipal.

Según estimó más del 80 % de los 127 bares o restaurantes que aún tenían estos tendales (de un total de 1.024 que hay en Palma con terraza) ya los han retirado. En este sentido, desde Cort se informó que un equipo de informadores recorrerá los próximos días todos los establecimientos de la ciudad para poder disponer de un recuento definitivo.

Los locales que no hayan retirado los cerramientos –este jueves no eran pocos los que aún se afanaban por desmontar las estructura– se exponen a una sanción que puede llegar a los 3.000 euros. No obstante, Jarabo admitió que «si hay una causa justificada se darán unos días de plazo».

Los restauradores alertan de las pérdidas económicas que supondrá la supresión de los cerramientos. «Hoy (por ayer) a las 10 horas, cuando aún no había sol, las terrazas estaban vacías porque hacía frío», declaró Robledo. Según dijo «habrá locales que renunciarán a la terraza, no les compensará lo que pagan».

En cambio, Jarabo consideró que «no tendrá ninguna afectación en los ingresos de los bares, ni implicará cambios en la clientela». Insistió en que los afectados podrán acceder a las ayudas al pequeño comercio.