Aunque el acuerdo se tomó sin ningún voto en contra, la mayoría de las intervenciones se centraron en delimitar de quién era la responsabilidad de que, tal como reconoce la exposición de motivos del decreto que modifica la ley, sobrevolaran proyectos vinculados a la especulación urbanística.
Sebastià Sagreras (PP) cargó directamente contra los partidos del Govern, especialmente contra el PSIB. Según Sagreras, si fondos buitre acechan al Parc Bit –tal como informaba el domingo Ultima Hora– es por culpa de la reforma de la ley de urbanismo de la etapa del PP. «Si se especula es por culpa de Marc Pons», dijo el ‘popular’ aludiendo al conseller d’Urbanisme.
Empresas punteras
Ese fue el eje de la intervención de Marc Pérez-Ribas (Cs), Josep Melià (PI) y Sergio Rodríguez (Vox), quien ironizó sobre el modo en que el Govern intentaba justificarse a sí mismo aludiendo a la «cierta inseguridad» de la legislación actual del Parc Bit y se preguntó por las inversiones de sa Nostra y Bankia.
Los partidos de izquierda destacaron que, además de parar la especulación (o «de la parte más feroz del capitalismo», como apuntó el socialista Jordi Marí), la normativa permitiría atraer a empresas punteras que quieren instalarse en Baleares.
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La corrupción se legaliza con las cajas y la banca, que pasa de mano en mano, la delincuencia es dinero liquido, más existe plantas medicinales que emplean como excusa o detox, nada ha cambiado durante estos 41 años ni en la transición, la corrupción a ejercido dentro de la legalidad con asueto a la normativa jerarquizada que implementa los signos del patrón.