Alumnos de 2º curso de la ESO del IES Calvià visitaron este martes la UIB, donde asistieron a una charla de orientación vocacional, participaron en talleres y visitaron el campus. En los talleres se incluyó una actividad de extracción de ADN. | UIB

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En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado este martes, la Universitat de les Illes Balears (UIB) dio a conocer los datos de la presencia de alumnas en la Escola Politècnica Superior (EPS), donde se concentran los grados tecnológicos. En el conjunto de la EPS, sólo hay un 18,67 % de alumnas, un contraste brutal con el 59,76 % de estudiantes femeninas en el conjunto de la UIB.

Aun así, dentro de la propia EPS hay diferencias. El grado de Matemáticas está mucho más equilibrado, con un 41,94 % de mujeres. Sin embargo, en la Ingeniería Informática no superan el 10 %, en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática se quedan en el 11,45 % y en Ingeniería Telemática, en el 16,03 %.

Loren Carrasco, directora de la EPS, explica que «somos la facultad más masculinizada de la UIB, cuando nuestros estudios son los que tienen más demanda laboral. El pasado curso, en Ingeniería Telemática, los alumnos de nuevo ingreso eran 38 hombres y una mujer. Hace 10 años, las mujeres eran entre un 20 y un 30 %. En los últimos años hemos tenido una baja presencia de mujeres y, lo que es peor, esta escasa presencia se mantiene estable».

Carrasco atribuye esta situación a que «la imagen del ingeniero tecnológico ha cambiado, pero a peor. Antes era un profesional admirado; ahora es visto como una especie de friki. A ello han contribuido las películas y las series. Cuando realizamos talleres de promoción de los estudios tecnológicos en Primaria, a las niñas les encanta, pero en Secundaria, a partir de los 12-13 años, no les gusta y su interés cae en picado. En ello influyen factores culturales».

La directora de la EPS señala que «no estamos avanzando nada, por lo que habrá que destacar un motivo de atracción y hacer ver a las mujeres que los grados tecnológicos pueden tener proyecciones en el servicio a la sociedad y en el terreno mediambiental, lejos de la imagen de un profesional anclado frente a un ordenador o encerrado en un laboratorio con maquinaria».

Loren Carrasco pone como ejemplo que «nuestros grados pueden servir para la eficiencia y sostenibilidad de los edificios, las tecnologías de la salud y la biotecnología, o las energías renovables. Son trabajos que desconocen porque no existe una orientación profesional en este sentido. En el sistema educativo español, la palabra ingeniería no sale en ninguna de sus etapas».

Numerosos abandonos en el primer curso

La directora de la Escola Politècnica Superior de la Universitat, Loren Carrasco, indica también que «en nuestros grados, a nivel general, hay mucho abandono en el primer curso.

En el conjunto de la EPS hay más de 1.400 alumnos y unas 25 empresas participan en nuestras actividades. Hace dos años que ha empezado a crecer un poco el número de alumnos. Por ejemplo, en Ingeniería Informática hemos llenado, cuando hace unos años no lo conseguíamos. Sin embargo, Ingeniería Informática es también un ejemplo de abandono en primer curso. Puede haber unos 150 alumnos de nuevo ingreso y quedar sólo unos 70 en segundo curso».