Jaume Font en una de sus intervenciones en el Parlament balear. | Jaume Morey

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Jaume Font anunció este martes por sorpresa su dimisión como presidente del PI en una reunión de la ejecutiva convocada a propósito. En una intervención de apenas diez minutos, el presidente de la formación insularista aseguró que estaba cansado, que había perdido la ilusión y que se trataba de una decisión muy meditada y consultada con la familia. Señaló que permanecerá unas semanas hasta que la dimisión se concrete en una reunión del Consell General del partido.

«Ha sido una decisión muy dolorosa y muy meditada», aseguró este martes a través de Twitter. El presidente de la formación insularista confirmó la dimisión, pero no quiso hacer más declaraciones a la espera de una rueda de prensa que ofrecerá este miércoles. No se sabe si también dimitirá como diputado en el Parlament

El cansancio y falta de ilusión que alegó Font en la reunión de la ejecutiva tiene detrás un trasfondo político. En los últimos meses han sido constantes los desencuentros con el número dos de la formación, Josep Melià, con quien las relaciones se han ido tensando de forma progresiva desde las pasadas elecciones. En las últimas semanas las diferencias entre ambos eran evidentes, hasta el punto de que apenas hablaban entre ellos. En la pasada cena de Navidad de la formación, Font propuso un cambio de rumbo de la formación para que quedara claro que no se trata de un partido nacionalista.

Regionalismo

El presidente de la formación se sentía incómodo con algunos posicionamientos de sus compañeros en el conflicto catalán, más cercanos al nacionalismo que al regionalismo que él propugnaba. Por el otro lado también había discrepancias con el modo en que Font había planteado algunas de las alianzas postelectorales. En una reunión, llegó a proponer una alianza de gobierno con los partidos de izquierda, incluido Podemos, tanto en el Consell como en los ayuntamientos.

En cualquier caso, la dimisión de Font deja al partido en estado de «shock» porque nadie se esperaba esta salida pese a que las diferencias eran conocidas. El partido deberá resolver ahora quién asume la presidencia en una formación en la que Jaume Font ejercía un sólido liderazgo.

En la reunión celebrada este martes, Font se despidió entre una salva de aplausos de sus compañeros tras esa intervención de apenas diez minutos. En el PI son muy conscientes de que a partir de ahora se abre un proceso muy complicado para elegir a la persona que llevará las riendas del partido.