El primer edil de Palma se ha dirigido a los asistentes en la plaza de Cort tras la representación de la Colcada. | Jaume Morey

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Lejos quedan los tiempos en los que el alcalde de Palma aprovechaba el último discurso del año para realizar algún anuncio de calado. José Hila aprovechó la ocasión para reiterar sus objetivos para este mandato –como la sostenibilidad o la mejora de los barrios–, y mencionar algunos de los proyectos ya presentados. Eso sí, reclamó «civismo» a los ciudadanos e inversiones de libre disposición de la Ley de Capitalidad al Govern.

El alcalde comenzó declarando que en Palma conviven personas de más de 170 países y que este equipo de gobierno «ni quiere ni tolerará los mensajes de odio y xenofobia que resuenan actualmente». Somos, dijo, «una sociedad plural donde todo el mundo es bienvenido. Es la Palma de los derechos, de la tolerancia, de la igualdad entre hombres y mujeres, de la educación y de los niños». Levantó la voz por la lucha contra la violencia hacia las mujeres. «No toleraremos que ninguno intenté negarla o esconderla ni que se vuelva atrás».

En la Palma de los derechos, consideró, «todo el mundo ha de tener acceso a una vivienda y todo el mundo ha de poder querer a quien quiera». En este punto, puso el énfasis en la importancia de «una política pública de vivienda, que habilite subvenciones para mejorar barrios vulnerables y construir viviendas de protección oficial».

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A continuación declaró que «queremos ser un ejemplo de ciudad sostenible». «Creemos una ciudad más verde, con menos coches y más espacio para viandantes». Recordó que durante los seis primeros meses del mandato «se han impulsado medidas de pacificación del tránsito en el centro y ha habido una revolución en la red de la EMT». Para el futuro explicó que «se seguirán plantando árboles y creando nuevos espacios para viandantes, más carriles bici y aparcamientos disuasorios».

Como objetivos para 2020 recordó proyectos como la recuperación de las casas de Son Ametler, el nuevo eje cívico de Nuredduna u otras actuaciones como «la mejora de ejes vertebradores en barrios como Pere Garau y Foners o la reforma de las calles General Ricardo Ortega o Rafael Rodríguez Méndez». «Todas estas actuaciones tienen en común más árboles, aceras más anchas y un nuevo alumbrado de bajo consumo. En resumen, sostenibilidad». «También decimos sí al comercio de proximidad y a la cultura», añadió.

«Cumpliremos con nuestro deber», aseveró, pero «a cambio, pedimos a la ciudadanía que haga un buen uso de los servicios públicos, la palabra clave es civismo». Por último, reclamó inversiones de libre disposición a través de la Ley de Capitalidad para que Cort pueda decidir sus propios proyectos.

Con anterioridad se había celebrado la tradicional representación de la colcada de Pere d'Alcàntara Penya a cargo de Miquela Lladó y los miembros de la Escola de Música i Danses de Mallorca, uno de los premiados con la Medalla d'or.