El presidente de la entidad, en el homenaje a los colegiados que han cumplido 25 años de profesión. | Pere Bota

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«Ante el entorno competitivo en el que atraviesa Baleares y España, apelo a seguir apostando por la innovación, la transformación digital, la formación y esa cara humana que conforma la responsabilidad social que tenemos con la sociedad», afirmó este viernes el presidente del Col·legi d’Economistes de les Illes Balears, Onofre Martorell, en el transcurso de la XVIII Diada y celebración del 40 aniversario de la entidad y que clausuró la consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez.

Martorell, ante casi dos centenares de colegiados, describió las tres fases por las que ha atravesado el Col·legi, como «una creativa, otra de apertura a la sociedad y, por último, la de consolidación».

Posteriormente, se hizo un homenaje a los economistas con más de 25, 35 y 50 años de pertenencia al Col·legi y se entregaron diplomas a las nuevas incorporaciones a la organización durante 2019.

Un año más, el acto más emotivo lo protagonizó la entrega de la medalla de oro a la trayectoria empresarial, que este año recayó en el presidente-fundador de Trablisa, Miguel Bordoy. El empresario brindó su galardón al conjunto de los muchos empresarios que tanto han destacado en el despegue económico de las Islas.

Para Bordoy, «vocación no sólo es el valor imprescindible en cualquier actividad profesional, sino también en la empresarial. Es cierto lo de la soledad del directivo que sólo es posible superar con la convicción personal que su proyecto depende de su acertada decisión, y ante el equívoco, saber rectificar con agilidad, responsabilidad y contar con un buen equipo humano».