Los afectados posan frente al inmueble. | Pere Bota

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Si nadie hace nada, 18 personas, entre las que se encuentran seis menores, serán desahuciadas este martes del edificio okupa en el que llevan viviendo unos dos años, situado en Pere Garau. Una de las mujeres que reside allí explica que «nos engañaron, ya que dijeron que este piso era de un banco. Ahora resulta que tiene dueño».

Las tres familias fueron conscientes de la situación el pasado jueves, cuando encontraron un auto colgado en su puerta que les avisaba de la fecha del lanzamiento. «Es imposible que podamos encontrar un alquiler con tan poco tiempo».

Joan Segura, de Stop Desahucios, explica que «es un juicio tramposo, para poder defenderse tendrían que pagar 3.000 euros». Explica que el Ajuntament de Palma no quiere hacer un informe de vulnerabilidad, por lo que el martes acudirán a pararlo.