Uno de los talleres de 'roba de llengües' que opera aun hoy en Santa Maria. | plozano

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El Consell de Mallorca protegerá la roba de llengües, una técnica de fabricación de tejidos de tradición milenaria conocida en el resto del mundo como ikat y que ha tenido un arraigo importante en la Isla. De hecho, aun quedan cuatro talleres que la fabrican.

La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, señaló que su voluntad es proteger la roba (o tela) de llengües como Bien de Interés Cultural Inmaterial. El origen de la técnica es incierto, pero la hipótesis más aceptada la sitúa al sureste asiático, concretamente en la parte oriental de Indonesia. Otra hipótesis la ubica en la India, y circula otra teoría que propone que cada cultural la habría desarrollado por su cuenta. Se trata de una técnica que se extendió en los cinco continentes.

Lo más probable es que la roba de llengües llegara a Europa mediante la Ruta de la Seda, explica Coll. Se cree que podría haber penetrado a Europa por la península balcánica, a través de Siria y Turquía, o por la ruta del norte de Europa, por Estonia y Letonia. Luego habría llegado a Italia, de Italia a Francia, y desde este último país a Mallorca.

Mallorca es el único lugar de España donde arraigó la técnica, aunque se ignora cuándo. No hay documentos conocidos ni piezas de ropa que permitan asegurar su presencia en la Isla antes del 1700, pero si aparecen referencias a la flàmula –así se denominaba entones a la roba de llengües– a partir del siglo XVIII. Se sabe que durante el siglo XIX se siguió utilizando, pero probablemente era importada. Hacia 1900, el industrial José Juan Ribas la rescató y, a partir de 1939, otros tejedores de la Isla con experiencia en el manejo del textil, siguieron el camino iniciado por Ribas. La producción se extendió hacia otras fábricas, lo que contribuyó a que estuviera presente en muchos hogares. Hoy en día la roba de llengües se fabrica con lino blanco en la trama y algodón en la urdimbre, pero antiguamente eran de seda.

Coll destacó el valor patrimonial de la técnica. Asimismo, consideró que su protección le dará «un valor añadido» al tiempo que contribuirá a «preservarla» y a mantenerla íntegra, pura.

Cuatro fabricantes

Hay cuatro talleres donde aun se fabrica roba de llengos: Teixits Vicens, fundado en 1854 en Pollença; Teixits Riera, fundado en 1896 en Biniamar (ahora en Lloseta); Texits Bujosa, fundado en 1948 en Santa Maria; y José Cañamares, que opera en Establiments.