Gabriel Escarrer, durante su discurso. | Curro Viera

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El presidente y fundador de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Juliá, recibió este viernes en Magaluf un emotivo homenaje de los trabajadores de la cadena, entidades sociales y ciudadanos de la zona. En su discurso, Escarrer alabó este destino vacacional y afirmó ante la presencia del conseller Iago Negueruela, el alcalde Alfonso Rodríguez y representantes de patronales y sindicatos que «ha llegado la hora de la verdad para acabar con Punta Ballena, nuestra gran asignatura pendiente».

El acto de homenaje sirvió también para reconocer a las empresas hoteleras que llevan en Palmanova-Magaluf más de 30 años y que han contribuido al desarrollo empresarial y turístico de este enclave.

Arropado por su familia, directivos y más de 300 trabajadores, Escarrer centró gran parte de su discurso para realizar una semblanza de la historia de la empresa y de su trayectoria, que coincidió con el inicio de su actividad empresarial.

Resaltó el papel de los sindicatos UGT y CCOO «porque entendemos que a través del diálogo siempre hemos podido alcanzar grandes consensos, actuando cada parte en defensa de sus intereses».

Escarrer reconoció que sus comienzos no fueron fáciles «pero nunca he dejado de cumplir puntualmente con mis trabajadores, porque no podía fallar». Tras resaltar el papel de los trabajadores y el esfuerzo que realizan cada día, el fundador de Meliá entró en materia a la hora de valorar la evolución de Palmanova-Magaluf de pasar de una época «dorada» a la actual bajo la mancha de Punta Ballena.

«Ha llegado la hora de la verdad para acabar con Punta Ballena, nuestra gran asignatura pendiente. Alcalde (por Alfonso Rodríguez) todos unidos podemos dar la vuelta a este destino y desterrar de una vez por todas la mala imagen, que cada año provoca Punta Ballena».

Afirmó que Ajuntament de Calvià, sindicatos, Consell y Govern comparten un objetivo común «el reposicionar de nuevo Palmanova-Magaluf en el olimpo de los destinos turísticos vacacionales del Mediterráneo».

Aquí, enfatizó la apuesta de Meliá por reconvertir toda la zona, en la que lleva invertidos desde 2012 más de 250 millones de euros. «Magaluf era un renovarse o morir y fue una decisión valiente que tomamos», afirmó.

Los trabajadores más veteranos, liderados por Pepe Huete, junto a Dolores Almagro y José María Prat, resaltaron la faceta humana de Escarrer, su profesionalidad y apuesta por la hotelería. Previamente, el empresario había declarado que «siempre he tenido pasión por el turismo». Esta pasión fue la que remarcaron los trabajadores y que les llevó a pedir al Ajuntament de Calvià «cambiar el nombre de al Avenida Magaluf por el de la calle Gabriel Escarrer».

El alcalde Alfonso Rodríguez hizo un balance positivo del cambio que se ha producido en esta zona turística de Calvià y agradeció el esfuerzo de la iniciativa privada para mejorar la oferta de alojamiento con productos de alta calidad, que han canalizado la llegada de familias y el turismo de congresos. El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, mostró su satisfacción por los cambios y valoró el impacto de un sector «que está a la vanguardia y juega un papel primordial en la industria turística».