Rafael Rivera y Almudena de Benito posan en Es Baluard.

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Explorar los desniveles de las calles, las formas de los edificios, la vegetación o el arte urbano. Y todo partiendo desde un punto de vista docente sin olvidar la mirada de los niños. Esta es la idea innovadora de los arquitectos Almudena de Benito y Rafael Rivera, que presentarán su proyecto La función del espacio público en la escuela el próximo sábado 9 de noviembre, a las 12.15 horas, en las jornadas de PAula Baleares, un programa formativo y cultural para docentes y educadores.

Rafael Rivera explica que «desde el punto de vista del juego en la ciudad y el aprendizaje, el objetivo de esta sesión es explicar que la ciudad es un elemento colindante a los centros educativos, por lo que tiene unas posibilidades docentes infinitas». El arquitecto precisa que «la novedad de salir del aula e integrarse en el entorno urbano, aunque para los niños y niñas sea cotidiano, le otorga un valor añadido a la docencia».

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Almudena de Benito añade que «el objetivo también es romper la idea de un congreso como clase magistral. La filosofía de PAula es proponer actividades disruptivas, en ese sentido se nos ha propuesto organizar este paseo-exploración, en el que los y las docentes que participen se lleven una serie de recursos que sean prácticos para que luego puedan implementarlo en sus clases». Los dos expertos sostienen que la utilización de la ciudad como elemento docente es algo extrapolable a todas las ciudades, aunque dejan claro que no están defendiendo que haya que cerrar las aulas. «La ciudad es un complemento a la enseñanza tradicional que incentiva, genera expectativas, y a la hora de rentabilizar el aprendizaje es fantástico».

Los creadores de esta experiencia no quieren desvelar mucho sobre ella, simplemente explican que se desarrollará en el área comprendida entre Es Baluard y Ses Voltes.

Para que los docentes vayan abriendo boca, Almudena de Benito y Rafael Rivera tienen un mensaje: que paseen por la ciudad con otra mirada. Rivera especifica que «lo primero es que se den cuenta de que la escala de un menor cambia, y lo segundo que observen como al cambiar la mirada aparecen un abanico de posibilidades». Por su parte, De Benito insta a la comunidad educativa «a no ver la ciudad desde el punto de vista de espectador, sino tener una interacción directa».