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El Servei de Vigilància de la Posidònia, dependiente de la Conselleria de Medi Ambient i Territori, ha obligado, durante el pasado verano, a desplazarse a 8.504 embarcaciones que habían fondeado sobre praderas de esta planta marina. Por su parte, los agentes de Medi Ambient levantaron 130 actas sancionadoras por este mismo motivo.

Los resultados de la campaña fueron presentados este lunes por el conseller, Miquel Mir, y el director general d’Espais Naturals i Biodiversitat, Llorenç Mas. El conseller destacó que «el servicio de vigilancia de la posidonia no existe en ningún otro lugar del Mediterráneo y consiste básicamente en dar información y asistencia a los navegantes para que no echen el ancla sobre la posidonia, así como realizar comprobaciones visuales de los fondeos. Se trata de ayudar a cambiar los hábitos adquiridos durante décadas. Para ello contamos con 15 embarcaciones específicas, cuando en 2016 eran sólo dos. Contando otras embarcaciones de otros servicios de la Conselleria, tenemos hasta 27 involucradas en esta vigilancia».

El personal de servicio no está reconocido como autoridad y, por tanto, no puede sancionar. Esta labor corresponde, como ya se ha apuntado, a los agentes de Medi Ambient, que con el objetivo de vigilar los fondeos salieron al mar 123 días durante el pasado verano, levantando 130 actas sancionadoras, cuando en 2018 fueron 42. Según explicó el conseller, «los agentes de Medi Ambient, que cuentan con una embarcación, intervienen por iniciativa propia, por denuncias de particulares dirigidas al 112 o a petición del personal de servicio».

En total, relacionadas con el servicio de vigilancia, se han realizado un total de 121.245 actuaciones, cuando el año pasado fueron 50.467. De estas actuaciones, 16.430 fueron de aproximación y contacto con embarcaciones. Asimismo, 10.104 embarcaciones solicitaron información previa por radio para asesorarse sobre dónde pueden fondear. En total, se comprobó el fondeo de 86.207 embarcaciones (46 por dia), dando lugar a los 8.504 desplazamientos ya mencionados. Ello supone un 9,86 % de las comprobaciones, cuando en 2018 fueron el 17 %. Para Miquel Mir, «estos últimos datos demuestran que existe una mayor concienciación social respecto a la necesidad de no fondear sobre la posidonia y se recurre menos al desplazamiento».

La campaña de vigilancia se inicia en las Pitiüses el 15 de mayo y en Mallorca y Menorca, el 1 de junio, finalizando en todas las Islas el 30 de septiembre. En cualquier caso, recordó el conseller, «el personal presta otro tipo de servicios, como el rescate de tortugas marinas, el control y la eliminación de especies invasoras, la observación de la nidificación de aves en los acantilados, labores de salvamento y la retirada de plásticos y otros residuos».

Mir señaló que «estamos revisando y completando la cartografía de la posidonia de Baleares. Destinamos 800.000 euros del Impost de Turisme Sostenible a mejorar la resolución de la cartografía ya existente y a elaborarla en aquellas zonas donde todavía no está disponible, principalmente en la costa de Ponent y Tramuntana de Mallorca. A principios del año que viene podremos disponer de la cartografía completada».