Ramón Cotarelo, que este viernes estará en Mallorca.

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Ramón Cotarelo, Catedrático de Ciencia Política, escritor y –sobre todo– polemista, nació en Madrid en 1943 y es un firme defensor de la independencia y la república catalana. Llevó 12 años un blog, Palinuro, que cerró el pasado junio tras mostrar su desencanto después de que Gabriel Rufián (ERC) dijera de sí mismo que no era soberanista ni independentista. Este viernes protagonizará en Petra una cena con coloquio de la Assemblea Sobiranista de Mallorca.

¿Qué le parece lo de Rufián?
— Que engañó a la gente. No sólo él, sino toda ERC. Se presentó a unas elecciones asegurando que lo era. Eso se llama estafa.

Le recuerdo a usted de los años 90, de tertulias de televisión, cuando defendía a Felipe González, incluso en época del GAL y la corrupción.
— Eso quiere decir que ya tiene una edad. Sí, defendí al PSOE y a González en sus primeros tiempos y también cuando la conspiración de Anson Aznar y Anguita. Pero eso no quiere decir que defendiera a la corrupción ni el GAL. Tengo un artículo de 1988 dejándolo bien claro.

Nace en Madrid y termina convirtiéndose en independentista catalán. ¿Cómo fue ese proceso?
— ¿A que es curioso? Pues me hice independentista leyendo y reinterpretando. Como español me fui cuestionando todo poco a poco. Fue un proceso de revisión que me llevó a pensar que mi país fue secularmente injusto con los catalanes. Fue una opción moral, recordé a Sócrates y entendí que yo tenía que estar del lado de quienes sufrían la injusticia.

¿Un referéndum pactado?
— Eso es ya una quimera. Con España ya no es posible pactar. Si aceptara el referéndum sería asumir que Catalunya es una sujeto político propio. Y no lo hará.

¿No hay posibilidad de acuerdo?
— ¿Una solución de concordia como proponía Cambó? Difícil. La izquierda y la derecha estatal tienen la misma visión de Catalunya. Pablo Iglesias es como Pablo Casado.

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¿Y cuál es la salida?
— La independencia. No hay otra. Que los españoles aprendan. Es lo que ocurrió con Portugal, que se desvinculó pese a la obstinación castellana. Que los castellanos se bajen del burro. Pero no, ahí siguen defendiendo sus andrajos.

Fue un defensor de la Transición.
— Quisimos creer que la derecha franquista se avendría a un proceso pactado. Hoy no la defendería. Fue un engaño.

¿Y la proclamación de la independencia no fue una representación?
— No, no fue una representación. Catalunya es un país desarmado y ocupado desde 1714. La gente se la está jugando, tiene miedo.

Si ERC ya no vale, ¿Puigdemont y Torra son los ejemplos?
— Son dos ejemplos claros a tener en cuenta en el independentismo. Lo que no se puede negar es que lo que está pasando en Catalunya es ya una revolución.

¿No fue un error que Puigdemont proclamara la república y se fuera?
— No, no fue un error. El error fue de los que se quedaron.

¿Habrá que acatar la sentencia?
— No, este tribunal no tiene representatividad. Son los jueces franquistas de toda la vida.