Imagen de archivo de turistas de crucero en Palma.

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El turismo de cruceros se ha convertido en uno de los temas más controvertidos del verano. Colectivos y entidades se pronuncian casi a diario en contra o a favor de este tipo de turismo, alegando motivos sociales, medioambientales y económicos. Después de que la pasada semana la patronal del pequeño y mediano comercio Pimeco atribuyera el incremento de ventas de los establecimientos del centro de Palma a la afluencia de cruceristas, este jueves fueron los taxistas lo que aseguraron que su facturación diaria puede caer hasta un 70 % los días en que no atraca ningún crucero en el puerto de la ciudad.

El presidente la Asociación Mallorquina de Trabajadores Autónomos del Taxi (AMTAT), que pertenece a PIMEM, Toni Cladera, aseguró que su colectivo se enfrenta a pérdidas de facturación de entre el 30 y el 70 % los días en que, como este jueves, no llega ningún crucero a Palma. De esta manera Cladera quiso «ejemplificar» el efecto que tiene el turismo de cruceros en la economía de su colectivo. «Supone un gran empuje económico durante los meses de verano para el taxi ya que muchos cruceristas aprovechan este transporte para llegar a los puntos neurálgicos de la ciudad e incluso a algunos de los municipios cercanos», afirmó.

Por su parte, el presidente de PIMEM, Jordi Mora, uno de los impulsores del manifiesto empresarial a favor de los cruceros que se hizo público a mediados de julio, abogó por «dejar de lado los debates ideológicos y populistas; y tratar este aspecto con mucha cautela y bajo estudios independientes que nos ofrezcan datos reales de los impactos que los cruceros tienen tanto a nivel socioeconómico como medioambiental para así poder ofrecer mejores soluciones».

En este sentido, Cladera solicitó al Ajuntament de Palma que «antes de tomar decisiones demagógicas que pueden repercutir en la economía de las pymes y de los autónomos de la ciudad, se realicen los estudios pertinentes que demanda PIMEM».