Los representantes de las entidades que han denunciado los hechos. | GOB

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Siete entidades ecologistas de Mallorca han anunciado este viernes la «inmediata» presentación de sendas denuncias ante la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio y el Consell de Mallorca por «el uso de escorias peligrosas» en la construcción de la carretera Llucmajor-Campos.

Las siete entidades -GOB, Autopista Mai, Greenpeace, Terraferida, Amics de la Terra, Ecologistes en Acció y Salvem Portocolom- han criticado en una rueda de prensa «el incumplimiento de diversas leyes estatales que regulan el acceso a la información pública» y «el incumplimiento de la normativa vigente de las Islas Baleares referida a residuos procedentes de la incineración de Residuos Sólidos Urbanos (RSU)» por parte de ambas entidades.

La portavoz de «Autopista Mai», Margalida Rosselló, ha explicado que la empresa TIRME, concesionaria que gestiona los Residuos Sólidos Urbanos de Mallorca, aseguró en su momento que el uso de ecoáridos en un tramo de 200 metros de uno de los caminos de servicio de la citada autopista «permitiría el ahorro de 1.440 toneladas de grava».

«No obstante, estamos viendo, cuatro meses después, que se sigue utilizando este material peligroso, que no es un acoárido inerte procedente de las obras, sino que son escorias de horno de incineradora; todo ello en un tramo que ya sobrepasa los 2,5 kilómetros», ha puntualizado.

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Los grupos ecologistas calculan que ya se han depositado en el borde de la carretera Llucmajor-Campos 12.500 metros cúbicos de escorias, unas 20.000 toneladas.
«La presencia de componentes magnéticos y el exceso de metales pesados en las muestras que hemos ido recogiendo triplican lo permitido y pueden provocar graves problemas medioambientales y para la salud humana», han precisado.

Por este motivo, las siete agrupaciones han pedido «la paralización inmediata» de las obras de la autopista, como mínimo «hasta que se haga pública la composición de las escorias y se garantice la inocuidad de los áridos».

También han solicitado la retirada inmediata de los residuos depositados a lo largo de 2,5 kilómetros de la autovía, en la salida de Campos, «antes de que un aguacero pueda dispersar los contaminantes».

«La situación es doblemente preocupante», ha insistido Rosselló, quien ha añadido que «se están esparciendo escorias sobre el terreno del acuífero Llucmajor-Campos, que tiene un suelo de alta permeabilidad al agua», por lo que «existe riesgo de contaminación».
Además, ha calificado de «irresponsables» a las administraciones y les ha acusado de «exponer el medio ambiente a la contaminación» y de «incumplir el deber de velar por los ciudadanos».

Rosselló ha recordado que hace dos años «también se usaron escorias de la incineradora en la ampliación del puerto de Palma y la Fiscalía rechazó la denuncia».
«Estamos ante una tendencia muy peligrosa», ha concluido