Nacido en Andratx en 1924, se crió en el seno de una familia muy cristiana, por lo que sintió la llamada de Dios muy pronto y entró en el seminario, siguiendo los pasos de su hermano Joan –canónigo de Córdoba y antiguo vicario de la Basílica de Sant Miquel.
En 1949 fue ordenado presbítero, llegando a ser vicario de la parroquia de Sant Bartomeu de Sóller hasta el año 1954, cuando fue nombrado viceconciliario diocesano de las Germandats Obreras Cristianas siendo al mismo tiempo el cura del convento de las hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, y profesor de religión en el taller escuela Virgen de Lluc.
En el 1958 comenzó una de las etapas más importantes de su vida, ya que dejó Mallorca para viajar hasta Puerto Rico, donde estuvo hasta el año 2001. Allí fue el encargado de iniciar los Cursillos de Cristiandad en la archidiócesis de San Juan, la capital del país.
Durante su estancia allí tuvo diferentes cargos a nivel parroquial y diocesano como el de vicario judicial. El papa Pablo Vl le nombró protonotario apostólico numerario y fue declarado doctor honoris causa por las universidades de Ponce y Sagrado Corazón de Puerto Rico. También participó en labores como la construcción de la casa en la que se impartían los Cursillos de Cristiandad, institución que actualmente lleva su nombre. En 2001 regresó a Mallorca, donde se retiró en la residencia de Sant Pere y Sant Bernat.
Aquellos que le conocían alabaron ayer su absoluta entrega a Dios y su amabilidad, que queda plasmada en más de 21 libros a su nombre y explicaron que durante su estancia en Puerto Rico pasaron por los Cursillos de Cristiandad más de 85.000 personas. Muchas de éstas, tras conocer la triste noticia, expresaron su pésame telefónicamente.
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