Niños con y sin discapacidad participan del campus inclusivo de verano de ASPACE. | Teresa Ayuga

TW
0

La discapacidad es vista en muchos ámbitos de la vida como una barrera para conseguir los objetivos en la vida. La discriminación sigue existiendo y en demasiadas ocasiones se da por hecho que las personas con diversidad funcional no tienen necesidades de ocio o de relaciones sociales. Para desmentir todos estos supuestos y demostrar que la inclusión es posible, la Asociación de Parálisis Cerebral de Mallorca (Aspace) ha creado un campus inclusivo en el que personas con y sin discapacidad de entre 3 y 21 años comparten espacios, actividades y «en el cual se crean vínculos que van más allá de las capacidades o limitaciones de los participantes», explica Elsa Gutiérrez, directora de ocio y deporte adaptado de Aspace.

Matiza que «las personas con cualquier tipo de discapacidad también han de disfrutar de su tiempo de ocio de la misma forma que cualquier persona, pero siempre acompañadas de personal técnico especializado y con los apoyos necesarios para cubrir sus necesidades».

La responsable del campus recuerda que «el año pasado teníamos en junio, julio, agosto y septiembre el Campus mini, que es para personas con parálisis cerebral o discapacidades afines, y el Chiquicamp, para personas externas». La mayor parte de los menores que participan en este campus son hijos de trabajadores, por lo que la Fundación fomenta así la conciliación laboral en verano.

Ta300719001-15.jpg

Pero este año han querido introducir una metodología innovadora: unir ambos campus para que todos los participantes disfruten de igual manera. ¿Los resultados? Excelentes.

«Al venir a estos campus se hacen preguntas que de otro modo no se harían, y cuando llegan lo que hacemos es explicarles qué es la parálisis cerebral, las maneras que tienen para comunicarse con sus compañeros, el porqué van en una silla de ruedas, como pueden jugar... Después los menores lo normalizan, y si a los menores sin discapacidad les haces implicarse y que ayuden a un compañero, al final se crea un vínculo», admite.

Gutierrez explica que «cada semana es temática: hemos hecho una Spartan Race, fiestas del agua, fiesta hawaiana... y siempre lo hacemos todos juntos. Aquí se aprenden unos valores que no se aprenden en otros lugares, porque la sociedad aún no ha incluido a todas las personas y no normaliza a las personas con discapacidad».

Visibilizar

Para intentar concienciar a la sociedad de la realidad de la parálisis cerebral y que los usuarios disfruten, desde el servicio de ocio y deporte adaptado se intentan hacer salidas a la comunidad, cuantas más mejor. «Miramos cuál es la oferta y preguntamos a los chicos qué les gusta para poner en marcha una actividad y disfrutar del ocio».

También invitan a diversas entidades y empresas para que conozcan la labor de la asociación, compartan actividades y puedan ver que la imagen que tenían de la parálisis cerebral era algo alejado de la realidad.