Imagen de archivo de una prueba para obtener uno de los certificados oficiales de catalán. | Jaume Morey

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Sandra Moratalla tendrá que empezar de nuevo el proceso para la consecución del certificado de catalán C1 pese a haber superado la prueba escrita en mayo y no poder realizar la oral el 16 de septiembre, pues en esa fecha se estará recuperando de una delicada intervención quirúrgica que le practicarán durante la segunda quincena de agosto.

Moratalla explica que «habiendo ya aprobado la prueba escrita, se me comunicó que sería intervenida de un quiste pancreático durante la segunda quincena de agosto, en una fecha todavía sin concretar. Además, se me informó que, después de la operación, deberé guardar dos meses de reposo. Sabiendo que la prueba oral de C1 de catalán era el 16 de septiembre, inmediatamente consulté con la Direcció General de Política Lingüística y con la Secretaria de la Conselleria d’Educació para saber cuál era mi situación ante una causa de fuerza mayor que me impide presentarme a la prueba oral de septiembre. Tuve una desagradable sorpresa cuando se me dijo que debía reiniciar el proceso y volver a matricularme y presentarme a la prueba escrita, que ya tengo aprobada».


Desde entonces, Moratalla ha presentado varias quejas y reclamaciones con el fin de saber si se podía cambiar la fecha de la prueba oral o, al menos, reservarle el aprobado de la prueba escrita. «No sólo no hay posibilidad de cambio, que me puede parecer normal hasta cierto punto, tratándose de una prueba oral, sino que se me anula el aprobado de la prueba escrita. Eso ya me parece injusto. La nueva prueba escrita sería en noviembre. Después de una operación delicada y de su convalecencia y reposo, creo que no estaré en las mismas condiciones que cuando aprobé en mayo. Por no poder hacer el examen oral, pierdo el aprobado en el escrito. Me parece todo demasiado cuadriculado, sin valorar el esfuerzo que hacemos, con toda la buena voluntad, las personas que nos presentamos a estas pruebas, sobre todo los que somos castellanoparlantes. El examen escrito dura cuatro horas y media», señala la afectada.

Moratalla indica que «se me ha apuntado la posibilidad de presentar un recurso ante la Conselleria d’Educació. Adjuntaré el informe del cirujano que determina mi intervención durante el mes agosto, pero la verdad es que tengo la sensación de que voy a perder el tiempo».

Fuentes de la Conselleria d’Educació, donde está ahora adscrita Política Lingüística, confirmaron que si un aspirante no se presenta una prueba, debe reiniciar el proceso, aunque también comentaron que cabe presentar un recurso de alzada ante el tribunal con la información sobre la intervención quirúrgica de la afectada.