La mayor esperanza de vida es uno de los motivos por el que se recurre a la estética.

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Hay más clientes que nunca porque es más asequible que nunca. La cirugía y la medicina estética ganan adeptos, motivo por el cual a día de hoy también más médicos se dedican a esta especialidad. «Somos muchos, el precio es el mismo en los últimos 20 años y, aunque no todo el mundo se lo puede permitir, cada vez es más popular», explica el doctor Joan Pallarés, cirujano plástico, estético y reparador del Hospital Juaneda Miramar.

Además entre los nuevos clientes crecen los masculinos. «Con los años, han ido viniendo poco a poco, ahora deben suponer alrededor del 15 % de los pacientes, tanto heterosexuales como homosexuales», asegura. A ellos les preocupan más las orejas separadas que «es la operación más popular entre jóvenes», pero con la edad se retocan las bolsas de los ojos o los párpados, una intervención conocida como blefaroplastia, y también hay interés por el lifting y la liposucción.

Sin embargo, en el mundo de la cirugía estética los pechos siguen siendo los protagonistas. «La operación más solicitada sigue siendo el aumento o elevación de pecho para las mujeres. Se trata de mujeres más mayores o después de dar a luz», asegura el doctor Pallarés. Aunque también en esta especialidad hay hombres que solicitan una reducción de pecho, se la conocida como ginecomastia, una cirugía para corregir un crecimiento desigual de los pechos.

La estética cada vez ocupa y preocupa a más gente pero no por ello abarca un perfil más joven. «Sólo en determinados casos como las orejas que pueden operarse desde los cinco años, o en casos de asimetrías de pechos, que pueden operarse a los 14», ejemplifica Pallarés.

Y es que buena parte de la clave de la estética está relacionada con el envejecimiento. «En los últimos años la expectativa de vida ha aumentado y nos cuidamos más el físico y la salud», confirma la doctora Salomé Pelle de QuirónSalud.

A su consulta también acuden cada vez más hombres «ya sea por colocación de bótox o arruga, para mejorar algunos rasgos masculinos como la mandíbula o ensanchar la perilla o eliminar la línea de cansancio de debajo del ojo», añade. «Antes la medicina estética era más de mujeres que querían hacerse cambios en su aspecto físico pero hoy en día ya es cosa de hombres».

Además, según la doctora Selle las ganancias económicas no determinan el acceso a este tipo de tratamientos o cirugías, ya que «viene gente de todo tipo social, personas con pocos ingresos que han ahorrado para mejorar su aspecto, cada vez tiene menos que ver con el dinero», añade.

A su consulta llegan muchas peticiones de tratamientos que pasan por inyectar sustancias para mejorar la flacidez y quitar los depósitos de adipocitos de la zona abdominal.