El diputado Marc Pérez-Ribas y otros militantes de Cs, a su llegada a la sede. | M. À. Cañellas

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La profunda crisis que lleva larvándose en Cs desde hace meses hizo que este miércoles saltara por los aires una reunión convocada por la Junta de Palma para renovar a parte de la dirección como consecuencia de la dimisión de uno de sus componentes, Pedro Miró. La tensión llegó a tal extremo que ni siquiera pudieron ponerse de acuerdo sobre si debía votarse o no el nombre del sustituto, Teodoro Serra. La secretaria de Organización, Joana Capó, presente en la reunión, no intervino.

La propuesta de la dirección era que se votara a Serra y acabara el encuentro, pero representantes del sector crítico, visiblemente molestos, recordaron que en una junta previa se había acordado la posibilidad de que si Serra era rechazado, se votara a un segundo candidato, Bernat Pons, algo que no llegó ni a plantearse.

En el fondo de la crisis está el hecho de que en la junta de Palma, formada hasta ahora por siete miembros, quedan menos de la mitad tras sucesivas dimisiones, entre otras las de Patricia Conrado. El sector crítico entiende que la Junta debe disolverse y convocar nuevas elecciones, como marcan los estatutos. Opinan que la actual junta está en situacion de «ilegalidad».

Los responsables de la formación contestan que no, que la junta pasará a tener cinco miembros en lugar de siete, por lo que este miércoles bastaba con elegir al sustituto del dimitido Miró.

Además del revuelo por los nombramientos, varios militantes mostraron su malestar por los descalificativos de la secretaria de Organización a los militantes. Capó llegó a referirse a ellos como «frikis» en una reunión previa de la Junta de Palma.

El nivel de enfrentamiento en Ciudadanos durante todos estos meses ha llegado a tal punto que en una reunión previa a la celebrada este miércoles, en la que se debía elegir al posible sustituto de Miró, el empate ante la propuesta se tuvo que resolver a cara o cruz.
Ciudadanos lleva en crisis desde hace meses y su militancia ha menguado de cerca de 400 militantes que llegaron a estar inscritos en Palma hace unos meses a los 200 que hay en la actualidad.

Los problemas se agudizaron desde que se convocaron las primarias para la elección del candidato a la Comunitat Autònoma. Xavier Pericay perdió la votación frente a Marc Pérez-Ribas, que terminó siendo el número uno al Parlament. Pericay decidió dejar la portavocía del partido y hace unas semanas anunció que además abandonaba la dirección nacional de la formación.

Joan Mesquida

En la dirección de Palma se da por hecho el inminente aterrizaje de Joan Mesquida en la dirección del partido tras la dimisión de Xavier Pericay. Se tiene la certeza que Mesquida será uno de los nuevos fichajes de Albert Rivera para la dirección nacional en la reunión que se celebrará el próximo día 29, así que no se descarta que, en paralelo, Mesquida sea designado portavoz de Cs en las Islas, cargo que ocupaba hasta ahora el dimitido Pericay. Mesquida tiene un peso creciente en el partido y es portavoz adjunto en el Congreso.