La presidenta del Consell de Mlalorca aboga por la colaboración y coordinación entre instituciones. | Youtube Ultima Hora

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La primera visita, este miércoles, de la nueva presidenta del Consell, Catalina Cladera (sa Pobla, 1972) fue a la residencia de La Bonanova. Y allá dijo que se resolverían los problemas de refrigeración y que habría aire acondicionado en todas las plantas.

Cuesta entender que no funcione el aire acondicionado en una residencia para gente mayor.
—Bueno, hay que precisar. Estamos hablando de un edificio que tiene más de 40 años y que necesita una reforma integral. Durante mucho tiempo esa reforma no se abordó. En el último mandato se reanudó y están a punto de culminar las obras de remodelación de la planta 9, que es modélica y ejemplo de cómo debe funcionar. Pero eso no basta. Aceleraremos lo que queda pendiente y habrá aire acondicionado en todas las plantas que se utilizan. Las administraciones públicas nunca deben parar la inversión.

Como exconsellera d’Hisenda, sabrá que el Consell reclama que se pague lo que le debe.
—Lo conozco bien. La deuda que se llegó a generar en el Consell fue porque, históricamente, el Govern no lo reconocía y el Consell lo presupuestaba. No se ponían de acuerdo. Nosotros establecimos como liquidar los anticipos a cuenta de su financiación y fijamos la fórmula. El Govern le reconoció 125 millones de euros. El año pasado se pagaron 10 y se establecieron sucesivos pagos.

¿Reclamará como presidenta?
—No hará falta. Se cumplirá.

El Consell ha actuado a veces como un ‘contra Govern’.
—Cabe pensar que trabajaremos de manera coordinada, que es como mejor se trabaja. Hemos establecido una misma hoja de ruta que tenemos clara y sabemos cuál es el enfoque de nuestras políticas sociales, de nuestras políticas turísticas, de la vivienda, de la cultura. Todo lo enfocaré desde la coordinación. Y eso será así porque la sintonía es total. Conozco a Armengol y ella conoce el Consell porque lo ha presidido.

La oposición le dirá que ‘agacha la cabeza’ ante Armengol.
—La demagogia no ayuda a resolver los problemas ni las necesidades de la gente.

El Consell asumirá competencias en ordenación turística y territorial. ¿Cuál es su modelo?
—Siempre he dicho que hay que hacer compatible el derecho a la vivienda y el desarrollo turístico. El Consell tiene que decidir sobre la zonificación y el alquiler. No es lo mismo Palma, donde se optó por prohibir el alquiler turístico, que sa Pobla u otros municipios. Hay que aprobar un Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos en que todo quede definido y se contemplen los intereses de todos.

¿Y es cierto que no se construirán más carreteras?
—No hacen falta grandes obras ni más desdoblamientos de carreteras. Hay que hacer inversiones puntuales y resolver los accesos a Palma. Por eso ejecutaremos las obras del primer tramo de la vía conectora pero descartando totalmente el tramo 5. Haremos carreteras más amables para facilitar su utilización por los ciclistas. Y no descarto que se renegocie el convenio de carreteras como uno de Movilidad.

¿El convenio de carreteras con el Estado?
—Sí, lo que no se puede hacer es perder 300 millones por no ejecutar grandes obras que no consideramos necesarias. Como esos proyectos no se harán mi idea es sustituir el convenio de carreteras por un convenio de Movilidad. Eso requiere coordinación y colaboración. Con el Govern y con el Estado. Por eso es importante la colaboración. Por ejemplo, de lo que no se dedique a grandes obras de carreteras podría salir el dinero para otras actuaciones. Incluso, cuando el Consell tenga las competencias, para el ferrocarril. Lo importante es no peder el dinero.

Habla de modernizar el Consell. Como sus antecesores.
—Es una de mis obsesiones. El Consell se tiene que modernizarse. Y todo eso se llevará desde el departamento de Presidència donde habrá una dirección insular específica.

Y dirá que tiene que ser el ‘Ayuntamiento de ayuntamientos’
—No utilizaré esa expresión pero sí que diré que el Consell es la institución supramunicipal donde los ayuntamientos tienen que tener respuesta a sus necesidades.

Se lo pregunté durante la campaña electoral: ¿Es usted el relevo de Francina Armengol?
—Lo he dicho siempre. Yo formo parte del proyecto de los socialistas. Ahora me toca presidir el Consell de Mallorca como antes fui consellera d’Hisenda. No me planteo otra meta.