Entrevista a Catalina Gallardo y David de la Torre sobre los afectados por el Depakine. | Pere Bota

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David de la Torre tiene 15 años «y nueve meses», puntualiza. Nació en 2003, tiene autismo y con el tiempo desarrolló hasta un 72 % de discapacidad. No fue hasta el año pasado cuando le confirmaron que había «una evidencia científica» de que «es un niño afectado por la exposición prenatal o fetopatía por Valproico», según reza su diagnóstico. Es decir, la causa de sus afecciones se debe a la ingesta de un medicamento epiléptico llamado Depakine durante el embarazo.

Al saberlo sus padres se asociaron con el resto de afectados a nivel estatal. Ahora mismo en la Asociación de Víctimas por Síndrome de Ácido Valproico (Avisav) ya hay contabilizadas unas 80 familias de las que 8 son de Mallorca, una de las zonas con más afectación. La familia de David ha sido pionera en interponer una demanda junto a tres familias más contra la farmacéutica francesa comercializadora del Depakine, Sanofit.

Querella

El pasado 13 de junio el juzgado de primera instancia número 97 de Madrid admitía a trámite la querella presentada en abril en la que se cuantifican los daños por 5,19 millones de euros.

«Estoy preparada para una lucha larga», afirma la madre de David, Cati Gallardo. Y es que su caso ya se conoce como la talidomida del siglo XXI. Con la demanda tienen dos objetivos, por un lado que se identifique a todos los afectados –según su abogado, Ignacio Martínez, podría haber hasta 10.000 casos solo en España–, y por el otro garantizar el futuro económico de su hijo. «A pesar de que el día de mañana pueda tener un trabajo, cuando yo no esté necesitará a una persona que le ate los zapatos o que le abra una lata de refresco», explica Cati Gallardo.

La asociación Avisav pide además que no se recete Depakine a ninguna mujer en edad fértil, «solo en caso de estricta necesidad y con una información y consentimiento previo de la paciente», algo que, dicen, podría no estar cumpliéndose.

Lo cierto es que solo desde el año pasado el prospecto del Depakine alerta específicamente del riesgo que supone para mujeres embarazadas. «Ahora hemos descubierto que desde los años 80 se sabía que era perjudicial. La empresa dice que había estudios que lo indicaban pero no lo ponía en su prospecto», critica Gallardo.

Cuando en el año 2002 acudió al médico para decirle que quería quedarse embarazada le aconsejaron seguir tomando ácido fólico y ácido Valproico. «Mi hijo tuvo problemas nada más nacer y sospeché desde el primer día», asegura Gallardo. «Lo tenía en mente pero durante mucho tiempo mi prioridad fue luchar por él, no quería buscar culpables sino afrontar el problema», añade. Una amiga le informó de un movimiento que surgía en esos momentos con fuerza en Francia, cuna de la farmacéutica que comercializa Depakine. Era el año 2015.

Desde entonces hasta hoy en el país vecino se han contabilizado 6.500 afectados, 1.470 abortos y 146 defunciones a causa del Depakine. En España se desconoce el número real de afectados pues este medicamento se siguió recetando hasta hace poco. «Hemos tenido un caso de un niño de dos años», explica Gallardo a quien, paradójicamente, su actual lucha le ha traído la paz . «Si antes me sentía culpable ahora ya no. Me siento absuelta».