El profesor Andreu Palau, catedrático de Bioquímica, aporta unas claves sobre la obesidad en España. | Youtube Ultima Hora

TW
3

La obesidad provoca más muertes que el hambre en el mundo y, después de Malta, España tiene la tasa más elevada de Europa obesidad infantil sin que aparentemente haya un motivo que lo justifique. Sin embargo, ya se sabe que entre el 20 y el 25 % de los casos de sobrepeso están asociados a la alimentación en la lactancia y que, a día de hoy, ya se podría prevenir.

Así lo asegura Andreu Palou, catedrático y profesor de la Universitat de les Illes Balears (UIB), quien este jueves hablará de la leptina, una proteína presente en la leche materna, a la cual se reconocen propiedades en la programación precoz para reducir la obesidad y el síndrome metabólico en la edad adulta.

Su discurso, sobre el hallazgo que hizo en 2005, podrá escucharse en el marco el VI Simposio Científico Internacional de la Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil que reunirá a más de 300 especialistas en pediatría en el Palau de Congresos. «Se recomienda la lactancia materna aunque depende de la cantidad de leptina que tenga la leche. Más leptina significa menos sobrepeso», asegura este investigador que ya ha comprobado sus efectos sobre animales.

A pesar de las evidencias, han pasado 14 años del descubrimiento la leche de fórmula todavía no incluye la leptina que ahora ya «se está planificando en leche de vaca». Según Palou «lo harán en un futuro pero no sé cuándo», asegura.

Este experto bioquímoco, miembro del Centro de Investigación en Red sobre Obesidad y Nutrición, habla ya de la posibilidad de hacer dietas adaptadas a los perfiles genéticos. «Hay 150 agentes relacionados directamente con la obesidad que pueden estudiarse aunque todavía es muy caro», explica.

Lo cierto es que la obesidad ya es el principal problema nutricional de los países desarrollados. La causa, por un lado «es ambiental, ya que hay una oferta mayor de alimentos ricos en energía» y por otra tiene que ver con la evolución del ser humano que se ha hecho «en base a una estrategia evolutiva para conservar cuanta más energía mejor», comenta Palou. «Biológicamente estamos más preparados para resistir la pérdida de peso que la ganancia de peso».