Un momento de la jornada. | Pere Bota

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El acuartelamiento Jaime II de Palma acogió este sábado por primera vez la fiesta del Día del Veterano del Ejército de Tierra. La celebración empezó a las ocho de la mañana con el tradicional izado de Bandera y continuó con una solemne misa. A la jornada acudieron un total de 187 veteranos que durante años prestaron servicio al Ejército en la base de Palma y actualmente viven en diferentes puntos de España. Por tanto, hacía lustros e incluso décadas que muchos de ellos no se reencontraban, por lo que la celebración tuvo un claro tono de emotividad. Las familias con niños le dieron a la jornada un toque de color y alegría.

El acto de este sábado también sirvió para conmemorar el 50 aniversario de la creación de la Compañía de Operaciones Especiales 101/7, también conocida como COE o ‘boinas verdes’. Otra nota especial de la jornada fue que los veteranos del Ejército pudieron formar junto a los actuales soldados del regimiento Palma 47.

Posteriormente, y una vez concluida la ceremonia formal, los antiguos militares se sorprendieron al visitar las modernas instalaciones de la sala de simulaciones, parecidas a un videojuego, con el que los soldados practican los ejercicios. También se quiso reconocer la labor del coronel Miguel Montojo, al cual se le entregó una placa conmemorativa por sus servicios al Ejército en Balears. Muchos de los veteranos que acudieron ayer al encuentro recordaron a Montojo con nostalgia.

A la una de la tarde se llevó a cabo un concierto a cargo de la Unidad de Música de la Comandancia General de Baleares, que interpretó un repertorio de canciones conocidas por todos. Al finalizar la intervención musical, los asistentes a la fiesta del Día del Veterano pudieron disfrutar de una garbanzada, clásico almuerzo en el mundo castrense.

Actividades

Una vez finalizada la comida, el coronel Miguel Montojo, el capitán Juan Antonio Vega y el comandante Carlos Blanco pronunciaron una conferencia en representación de la Asociación de Veteranos de Operaciones Especiales. Posteriormente, se abrió la piscina del acuartelamiento para que los más pequeños (y no tan pequeños) pudieran nadar y refrescarse.

Una hora después, el Dúo Romance brindó una aplaudida actuación musical en la cafetería del acuartelamiento.

A continuación, el historiador Bernardo Albertí ofreció una conferencia sobre los honderos baleares, un cuerpo militar de élite durante la Edad Antigua, que actuaba en la vanguardia de los ejércitos. El arriado de bandera, a las ocho de la tarde, marcó el fin de la emotiva jornada.