Hace cuatro años también hubo tensión en las negociaciones entre los partidos de izquierdas y, finalmente, llegaron a buen puerto. | J. TORRES

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Aumenta la tensión en las negociaciones para formar gobierno en las principales instituciones de Baleares y los previsibles socios pasan al ataque. Así, Més per Mallorca, Mes per Menorca y Gent per Formentera se han reunido este viernes y han acusado al PSIB-PSOE de «incoherencias» en las reuniones que están llevando a cabo.

En este sentido, han recriminado a los socialistas que en unos consells consideren lógico tener la presidencia durante los cuatro años, «pese a ser la segunda fuerza en número de votos y necesitar el concurso de otro grupo para conseguir esta presidencia», mientras que en otros «discuten que la presidencia sea de las fuerzas más votadas».

Además, los ecosoberanistas han reclamado tener visibilidad en las principales instituciones de las Islas y que no todas las presidencias sean para el PSIB-PSOE.

Por su parte, el candidato de Unidas Podemos al Parlament en las elecciones autonómicas, Juan Pedro Yllanes, ha cargado este viernes contra los ecosoberanistas. En concreto, ha asegurado que Més per Mallorca «piensa más en quién ocupará cargos y sillones antes que en temas de programas de gobierno».

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Yllanes también ha precisado que Podemos no ha planteado todavía quién debe ser presidente del Parlament o senador autonómico, en alusión a los ecosoberanistas, que sí han reclamada tener «visibilidad» en las instituciones y que no sean todas para los socialistas.

La número dos de la lista de Més per Mallorca al Parlament, Fina Santiago, también aseguró el jueves en su cuenta de Facebook que «parece que el PSIB nos invita a sumarnos a un proyecto, no a negociar».

Ante este panorama, los previsibles socios han acordado retomar las negociaciones para formar el Govern el próximo lunes, a la espera de que se calmen los ánimos, que en estos momentos están bastante alterados.

Cada partido político está jugando sus cartas, de la manera que considera que le puede resultar más beneficiosa. Por tanto, estos ataques entran dentro del juego político y de la estrategia negociadora. Se da por hecho que finalmente alcanzarán un acuerdo.

En el caso del Ajuntament de Palma las negociaciones parece que están más avanzadas y, hasta el momento, no ha habido reproches públicos de los previsibles socios de gobierno (PSOE, Més y Podemos). De hecho, todo hace indicar a que pronto se cerrará el acuerdo programático, que incluye modificaciones en el segundo cinturón.