Los profesionales de la UCI infantil de Son Espases son los que detectan a potenciales donantes e inician el proceso, hablando con las familias.

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Desde que empezaran a donarse órganos el año 1990 en el antiguo Son Dureta, Baleares ha registrado 36 donaciones infantiles, una cifra que el coordinador de la Unidad de Trasplantes del Hospital Son Espases, el doctor Julio Velasco, considera alta con respecto a otras autonomías. «En general proceden de traumatismos craneoencefálicos, sobre todo de accidentes de tráfico y en un 22 % son extranjeros», afirma el experto.

En el Día Nacional del Donante que se celebra este miércoles, el Ministerio de Sanidad ha querido poner el acento en los pacientes pediátricos considerados así hasta los 14 años.

En Baleares, el año pasado, hubo dos donaciones de órganos de pacientes de 3 y 13 años, respectivamente. En estos casos, según el doctor Velasco, «lo importantes es la concienciación de los pediatras, y en Son Espases, lo están». El equipo de la UCI pediátrica «es fundamental» para detectar a potenciales donantes.

«A los que trabajamos en la UCI de adultos nos sorprende el acercamiento de los pediátricos con las familias. Allí hay una flexibilidad total de horarios y prácticamente están las 24 horas con el niño». Este equipo es el encargado de trasladar la importancia de las donaciones a las familias. «En general hay pocos donantes y receptores pediátricos pero los hay con problemas congénitos que necesitan una donación urgente», añade.

En las donaciones pediátricas es importante que donante y receptor tengan características similares. «Un grupo sanguíneo compatible y similares características antropométricas como peso, talla, perímetros abdominales y torácicos».

España, y Baleares dentro del país, siguen siendo líderes en donaciones de órganos. Según el doctor Velasco, «aquí la ventaja es que en todos los hospitales públicos hay un coordinador o un equipo que detecta a los potenciales donantes que es la pieza fundamental de todo el sistema».