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Sólo los operarios con formación específica podrán retirar la cantidad todavía por determinar de microamianto del edifico materno infantil del antiguo hospital de Son Dureta.
Las obras de demolición del centro sanitario empezaron el pasado 23 de abril y tendrán una duración estimada de nueve meses. Para la extracción de este material contaminante la Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria ha previsto que unos operadores formados trabajen un máximo de cuatro horas diarias debido a la exposición al material. «Se impregnará el material para sellarlo antes de proceder a desmontar las piezas para evitar que haya desprendimientos», ha explicado Manuel Palomino, secretario general del Ib-Salut.

Las labores de derribo generarán unos 40.000 metros cúbicos de escombros pétreos de los que unos 30.000 se transformarán en grava dentro del propio recinto para ser utilizados en la nueva instalación.

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Esta medida, contemplada en el proyecto de demolición que ejecuta la unión temporal de empresas encabezada por Melchor Mascaró, permitirá reducir los costes en tasas por tratamiento de residuos, según ha informado este miércoles el secretario general del Servicio de Salud, Manuel Palomino.

Ha detallado que el derribo se ha adjudicado en 1,5 millones de euros y que se prevé que el coste total del tratamiento de los residuos sería una cantidad similar en caso de no reutilizarse los restos, pero la transformación en grava del 75 % de los escombros y la reutilización de otros materiales como madera y metales reducirá esta cantidad a unos 500.000 euros, aproximadamente.

Está previsto que la demolición del edificio maternoinfantil, el de consultas externas y las cocinas y vestuarios esté concluida en enero de 2020, y que en paralelo se lleve a cabo el proyecto arquitectónico del futuro complejo sociosanitario para pacientes crónicos.