El expresidente del Gobierno Balear, Jaume Matas, a su llegada a la rueda de prensa en el año 2013. | Efe

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El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma ha dictado el auto de apertura de juicio oral de la pieza separada 16 del caso Palma Arena en el que el expresidente del Govern, Jaume Matas, está acusado como autor de un delito de prevaricación y fraude a la administración. Una vista en la que el expresidente balear se sentará en el banquillo acusado por la Abogacía autonómica, no por la Fiscalía.

En la pieza, que gira entorno al presunto fraccionamiento irregular de contratos y al cobro de comisiones en la construcción del velódromo, también está acusado el exdirector general de Deportes José Luis Ballester, y la exsecretaria general técnica del Govern Jane King, por los mismos delitos.

También está acusado el exgerente del consorcio como autor responsable de un delito continuado de cohecho, un delito continuado de falsedad documental, un delito de malversación de caudales públicos y un delito continuado de prevaricación.

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, Martina Mora, ha remitido la causa a la Audiencia Provincial de Baleares para su enjuiciamiento. Contra esta resolución no cabe recurso alguno, salvo en lo relacionado a la situación personal de los acusados, contra la que se podrá interponer recurso de reforma.

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Respecto a la responsabilidad civil, la magistrada pide una fianza solidaria por parte de Matas de 93.289 euros; de 15.494 euros por parte de Ballester; y de 77.794 por parte de King. El exgerente del consorcio deberá prestar fianza de 74.631,86 euros.

«Existen indicios sólidos de responsabilidad criminal»

Según la resolución hecha pública este viernes, en la causa «existen indicios sólidos y serios suficientes de responsabilidad criminal» contra todos los acusados.

La jueza señala que tras comprobar la «tipicidad de los hechos» y que, al margen de que, junto al juicio, sean o no suficientes para obtener una condena, sí que lo son para que los acusados «tengan que enfrentarse a un juicio oral» donde, tal como ha remarcado, «se esclarezca definitivamente la verdad de lo acontecido».