El 1 de abril entró en vigor la declaración de zonas de especial interés turístico (ZEIT) en la Platja de Palma, Passeig Marítim, centro, Joan Miró y Cala Major. La medida implica la sanción de los excesos en el consumo de alcohol, las conductas incívicas, la protección del menor o el descanso vecinal. | Redacción Local

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El Ajuntament de Palma recurrirá a una empresa externa para lograr cobrar las multas que se pongan a los turistas incívicos como consecuencia de la entrada en vigor de las zonas de especial interés turístico (ZEIT) y las prohibiciones que implican. Por el momento, el departamento de Contratación estudia la opción de contratar los servicios de una empresa de Barcelona. Si bien se debe aclarar también si será preciso o no convocar un concurso.

Los residentes de la Platja de Palma, uno de los barrios declarados ZEIT, han reclamado con insistencia que el cobro de estas sanciones sea efectivo, «porque es importante que los turistas sepan que han de pagar y no se rían de nuestros policías», afirma el presidente de la agrupación ciudadana Ciutat de s’Arenal, Biel Barceló.

Barceló reconoce que los vecinos «no se sienten ilusionados, pero sí esperanzados» ante la aplicación de las ZEIT, «que es algo que nosotros habíamos pedido a Cort porque pensábamos que podía ser efectivo». Al menos, añade, «se está haciendo algo y ya es un paso, luego ya veremos el resultado que da». Recuerda que «hemos luchado mucho por estas ZEIT y ahora estamos insistiendo para que las sanciones se cobren». El portavoz vecinal cuenta que «también se ha planteado al Consistorio que se pueda hacer lo que ya se hace en Llucmajor, que en el caso de las multas de menor cuantía el propio policía acompañe al turista infractor a un cajero para que pueda sacar dinero y pagar la multa en el momento».

No todas las peticiones de los residentes de la Platja de la Palma en relación a las ZEIT se han atendido, «pues no sabemos por qué no se ha incluido la calle Amílcar entre las vías que tendrán vigilancia especial».

En cualquier caso, Barceló reconoce que parece que algo ha cambiado, «al menos por lo que respecta a la prohibición del reparto de folletos, que para nosotros es importante». A estas alturas del año, admite, «no se ve a gente repartiendo folletos ni se ven en el suelo, pues era exagerado lo que se tiraba, ya era una cuestión de medio ambiente».

La clave, concluye, será la vigilancia, «nos preocupa que haya los efectivos necesarios».