Los simuladores digitales del Aula Schmidt de Adema permiten todo tipo de recreaciones visuales y de tacto. | Jaume Morey

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La Escola Universitària d’Odontologia Adema, adscrita a la UIB, implantará el próximo curso 2019-20 el grado de Nutrición Humana, y, en el período académico siguiente, 2020-21, un máster de Odontología Digital.

Así lo explicó este lunes a este periódico el consejero delegado de Adema, Diego González, durante la presentación de la llamada Aula Schmidt, dedicada a la formación digital con simuladores.

El grado de Nutrición Humana consta de cuatro cursos con 240 créditos y la admisión en el primero será, al igual que en el actual grado de Odontología, de 30 alumnos el primer año.

Según González, «con todos los cursos de Nutrición Humana, tendremos unos 40 profesores. En Odontología, ahora vamos por el segundo curso. Cuando completemos los 5 cursos de Odontología, habrá un mínimo de 50 profesores en este grado».

En este sentido, Adema ya está realizando obras en la segunda planta del edificio que ocupa en el polígono de Son Rossinyol para albergar el grado de Nutrición Humana. Para poder impartir esta carrera, se está a la espera de la respuesta definitiva de la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (ANECA) al plan de estudios presentado, prevista para dentro de un mes.

En cuanto a los simuladores del Aula Schmidt, señaló González, «pueden recrear todo tipo de casos, como por ejemplo tratamientos de caries, ortodoncias, implantes dentales o prótesis. Un brazo sinóptico permite percibir al tacto los tejidos y las texturas. Es decir, la recreación puede ser vista y tocada. Además, los simuladores dan la opción de elegir los diferentes tipos de instrumental y pueden establecer diversos niveles de dificultad en la intervención, desde la iniciación básica al trabajo de gran complejidad».

Otra ventaja de los simuladores, apunta el consejero de Adema, «es que te permiten recrear un caso real y trabajar en él antes de la intervención directa en el paciente. Ello supone que, antes de atender el caso real, el alumno o el profesional ya han acumulado experiencia y práctica en el procedimiento a seguir. En definitiva, podemos recrear el caso más sencillo y el más raro y complicado, y toda la información queda procesada y registrada».

Todas las recreaciones, además, pueden ser impresas en tres dimensiones, superando los tradicionales moldes.