En hora punta, y especialmente entre las 8 y las 9 horas de la mañana, se forman embotellamientos en la rotonda de s’Esgleieta (en la intersección con la carretera de Valldemossa). | Pere Bota

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Crece el malestar de los vecinos por el tráfico intenso y los embotellamientos que cada mañana se forman en la carretera que enlaza Palmanyola con s’Esgleieta (Ma-1140).

Aunque se trata de una vía secundaria, la utilizan numerosos conductores que se dirigen a la Universitat y que quieren evitar las colas que se forman en la vía de cintura y demás accesos a Palma. Ello provoca que el tráfico sea muy intenso a lo largo de los tres kilómetros de este tramo de carretera y retenciones en la rotonda de s’Esgleieta.

«Nos preocupa por la peligrosidad que implica, especialmente cuando la vía atraviesa sa Font Seca y Palmanyola», señala una vecina. «Incorporarse a la carretera desde sa Font Seca puede ser una odisea entre las 8 y las 9 de la mañana. A veces hemos tenido que esperar 10 minutos para hacerlo con seguridad», añade.

Gaspar Mesquida, presidente de la entidad de Conservación de sa Font Seca, ratifica el testimonio de la vecina y recuerda que la semana pasada se registró un accidente en que los vehículos implicados invadieron una calle en la que suelen pasear transeúntes. «Afortundamente en aquel momento no pasaba nadie», valoró.

Hace una quincena de años se planteó reconvertir esta carretera en el tercer cinturón de Palma, pero «no es lo que queremos; ya protestamos y nos manifestamos en contra cuando se propuso. Pedimos una mejora de la seguridad», señalan los vecinos.

Fuentes del Consell de Mallorca, la administración competente en carreteras interurbanas, explican que están trabajando en un proyecto para mejorar la seguridad de la vía. La remodelación prevé mantener el trazado actual excepto una zona de curvas entrelazadas que se sustituirá por una recta, «suavizar» las otras curvas «más comprometidas» y ensanchar los arcenes, que pasarán de los entre 20 y 50 centímetros actuales a 180.

Asimismo, se prevé mejorar los cerramientos, dotar de más seguridad los accesos a las fincas y construir una rotonda en la intersección con sa Font Seca y la calle principal de Palmanyola. El proyecto todavía está en «fase de supervisión».