El trabajo que realizan los controladores aéreos del centro de control de Balears es diferente del que llevan a cabo los profesionales que están en las torres de Palma, Eivissa y Maó. | p.lozano

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La próxima temporada turística será convulsa en el centro de control de Baleares debido a la falta de personal. En concreto, a día de hoy, el centro de control de las Islas, ubicado en Palma, cuenta con 111 controladores, seis menos con los que contaba en agosto del pasado año. Por su parte, la torre de control del Aeropuerto de Palma, Son Sant Joan, tiene operativos 47 controladores, dos menos que en agosto de 2018. Así lo indicó la delegada del sindicato de controladores aéreos USCA en Baleares, Carmen de la Peña, quien explicó que la falta de personal puede provocar retrasos en los vuelos.

Esta problemática no es nueva ni exclusiva de Baleares, sino que afecta a prácticamente todos los centros de control aéreo de España, dependientes de Enaire, aunque los aeropuertos más afectados son los de Madrid, Barcelona y Baleares, al ser los de mayor tráfico. Este ente no contrató a nuevos controladores a partir de 2006, lo que ha conllevado a un déficit de personal, difícil de paliar con las nuevas incorporaciones de los últimos años. «Valoramos que se contrate de nuevo, pero no es suficiente», reconoció De la Peña. En este sentido, explicó que los nuevos controladores que se incorporan tienen que pasar un período de formación.

De hecho, en Baleares han llegado 15 nuevos controladores, aunque no estarán habilitados para poder empezar a trabajar antes de esta temporada turística, que comienza el 1 de abril y finaliza el 31 de octubre. Además, la formación corre a cargo de los controladores instructores, que no disponen de tiempo para enseñar en verano.

Un claro ejemplo de la falta de personal en Baleares, según detalló la delegada sindical de USCA, es un caso reciente que se dio en el centro de control de Palma. Dos controladoras tenían que marcharse a otra ciudad el 28 de febrero, tras ganar un concurso de traslados el pasado año. Sin embargo, solo seis días antes, el 22 de febrero, Enaire les comunicó que debían de quedarse en Palma. «Esto pone de manifiesto la falta de efectivos», dijo De la Peña.

Según los cálculos de USCA, en el centro de control de Baleares se necesitarían unos 20 controladores aéreos más, si bien su delegada sindical explicó que aunque se incorporasen en los próximos días «no estarían operativos para la temporada de este año» ya que su habilitación oscila entre seis meses y un año. Enaire empezó a contratar controladores de nuevo en 2017, aunque desde 2006 «se han producido muchas bajas por jubilación en toda la red».

Además, desde el sindicato consideran que también hacen falta mejoras de carácter técnico, que si bien están contempladas en el plan de Enaire, «no llegan».