Karmele Marchante habla sobre su libro 'Puta no se nace' y analiza la situación de la prostitución en España. Además, opina sobre el conflicto de Cataluña. | Pilar Pellicer

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La periodista y feminista Karmele Marchante (Tortosa, 1946), muy conocida por su presencia en programas de prensa rosa, presentará este viernes a las 20.00 horas en La Biblioteca de Babel Puta no se nace, un libro en que denuncia la explotación sexual de mujeres y niñas en España.

En Puta no se nace sigue el rastro de las prostitutas de origen africano que ejercen en Europa.
— Al hacer este libro me planteé hacer la ruta de la trata. Prostitución y trata están ligadas porque existen putómanos, que no puteros, y que compran los cuerpos de las mujeres. La trata europea viene fundamentalmente de Nigeria. Y viajé a Nigeria para ver a estas chicas que a los 10 años son vendidas por sus familias, con la intermediación de la iglesia pentacostal, para acabar en manos las mafias, en la industria del sexo.

Estas chicas saldrán de entornos de pobreza...
— Siempre salen de entornos de pobreza, de países pobres o campos de refugiados, que también visité. Pero Nigeria, que es el núcleo de la trata, tiene una explosión demográfica impresionante, con un 75 por ciento de analfabetismo y con familias polígamas que pueden tener 30 o 40 criaturas. No les pueden alimentar y luego venden a las chicas.

¿Cómo llegan a Europa?
— Por dos rutas, una que va por Argelia y otra por Marruecos. Desembarcan en lo que yo llamo el sarcófago mediterráneo y son dirigidas a España o a Italia, desde donde se las distribuye por Europa. En la travesía por la África subsahariana sufren violaciones, palizas... Recuerdo el caso de una niña a la que la mafia había apartado porque se rebelaba constantemente y que a los 11 años consiguió escapar. Cuando la cogieron le pusieron una cuchara ardiente en el ano y la vagina. Me enseñó las cicatrices. Jamás lo podré olvidar.

De vez en cuando vemos que la policía desmantela esas organizaciones.
— Muy de vez en cuando. Aquí la prostitución es alegal y la trata delictiva. Entonces, si la policía no tiene una constancia fehaciente no puede entrar. Y España, quiero decirlo, es el primer paraíso sexual del mundo, por delante de Tailandia y Puerto Rico.

En las zonas turísticas de Mallorca es corriente ver a prostitutas de origen africano ejerciendo.
— Ejerciendo no, obligadas a trabajar por la mafia de la industria del sexo. Les hacen el vudú, una ceremonia que les subyuga mentalmente, y si no cumplen amenazan a sus familias y les reclaman la deuda. Son vendidas por 50.000 o 60.000 euros.

Antes ha distinguido entre ‘putero’ y ‘putómano’.
— No, no he distinguido. A los puteros les llamo putómanos.

¿Cuál es el perfil del ‘putómano’?
— Cualquiera. Puedes ser tu, el señor que está allí... De cada diez varones españoles cuatro son putómanos.

Pablo Casado ha dicho que es partidario de retrasar la expulsión de mujeres inmigrantes si dan a su hijo en adopción. Después lo ha matizado.
— Para empezar, todo lo que dice Casado es una locura. Segundo, es un fascista nazi porque esto se hacía con las mujeres judías en los campos de concentración. Les cogían sus bebés y los daban en adopción. También se hacía con las presas políticas argentinas durante la dictadura, para darlos a familias fachas. Es traficar con las criaturas. Alguien que dice esto debería estar en la cárcel por nazi.

Vox crece con un discurso...
— Vox es lo mismo que el PP, no hago diferencias. Lo que acabo de decir del PP es para Vox. Si dicen esto, deberían estar en la cárcel.

Usted se mostró partidaria del referéndum catalán. ¿Qué le parece que ahora los presos digan que no declararon la independencia y la justicia española defienda que sí?
— Hemos llegado aquí porque no ha habido diálogo. Se declaró la independencia por un minuto, y luego Puigdemont no convocó elecciones, cosa que fue un error. Son personas presas políticas, nada más. Lo que dicen ahora creo que es una estrategia de juicio. De todas maneras, La Haya declarará nulo el juicio dentro de unos años.

¿La volveremos a ver colaborando en algún programa del corazón?
— No, jamás, he tenido una época para esto pero también una trayectoria muy ilustrativa en la que he hecho de todo. He vuelto a lo que es lo mío, prensa escrita y periodista.