La demanda ha bajado, pero el Casc Antic de Palma tiene un poder de atracción en los inversores suecos, más aún con las reformas realizadas y el efecto dominó que han tenido los hoteles boutique. Hay operaciones de venta que superan los 800.000 euros. | Teresa Ayuga

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La compra de casas en Mallorca, en concreto en la bahía de Palma, por parte de inversores suecos ha caído en picado en el último año por la depreciación de la corona frente al euro, el aumento de los precios de las viviendas y descenso de la economía en Suecia, según señalan fuentes diplomáticas suecas y el embajador de España en Suecia, el mallorquín Gabriel Busquets.

La inversión procedente de este país en el sector inmobiliario de Mallorca registraba desde 2013 una evolución al alza espectacular, cifrada por agencias inmobiliarias en un cien por cien. Esta tendencia se ha roto por motivos económicos en los últimos trimestres.

El embajador Busquets puntualiza que «la debilidad de la moneda, la incertidumbre en el mercado sueco por las tasas de crecimiento económico más moderado, el aumento de los precios en Balears, entre otros aspectos, ha generado este cambio».

Añade que esta coyuntura se puede catalogar como «una corrección», ya que el interés por Mallorca y resto de zonas vacacionales «no decrece al haber mucha gente interesada en tener una vivienda en España, pero para ello deben darse determinadas condiciones para que se materialice su deseo».

Fuentes consulares suecas puntualizan que ha cambiado todo lo relacionado con las hipotecas y el proceso de amortización «pero lo que sí está afectando más es la devaluación de la corona, aunque también es cierto que no era normal el ‘boom’ de compras de viviendas de los dos últimos años en Mallorca»

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Cambio de zonas

Las zonas que hasta la fecha han aglutinado el mayor número de inversiones han sido el barrio palmesano de Santa Catalina, el Casc Antich y las zonas turísticas de Calvià y Andratx. La inversión media en las operaciones de compraventa, según las agencias inmobiliarias suecas que operan en Mallorca, ha oscilado entre los 250.000 y 300.000 euros.

En la actualidad, «la barriada de Santa Catalina está saturada y las inversiones se están desviando hacia Son Espanyolet, aunque se realizan operaciones en Andratx, Sóller, Alcúdia y Santanyí», coinciden en señalar las agencias inmobiliarias.

Desde el Consulado de Suecia puntualizan que en el último año «Cala Major y San Agustín se han puesto de moda, capitalizando las inversiones que llegan a formalizarse en Mallorca pese a todos los condicionantes. La inversión sigue, pero a otro ritmos más pausados y se miran más las operaciones de compraventa».

La colonia sueca en Mallorca, según el Consulado, llega a los 10.000 residentes, lo que ha provocado que las aerolíneas hayan incrementado la conectividad aérea desde aeropuertos escandinavos, en concreto Estocolmo y Oslo.

En cuanto a Noruega también se ha producido el mismo fenómeno. La corona noruega está en mínimos frente al euro, circunstancia que afectará este año a las reservas de los noruegos para irse de vacaciones a destinos de la zona euro, como Mallorca.